Economía

Pesadilla Contsa, sueño de una torre

Si hubo un acontecimiento en Sevilla que sirvió para vislumbrar cuánto podía dar de sí la crisis a nivel local, ése fue el escándalo de la inmobiliaria Contsa, que se produjo en el invierno de 2008 y que derivó en un concurso de acreedores de enormes dimensiones. El gran desafío ahora lo propone Cajasol, con la construcción de la Torre Pelli.

el 16 sep 2009 / 07:02 h.

Si hubo un acontecimiento en Sevilla que sirvió para vislumbrar cuánto podía dar de sí la crisis a nivel local, ése fue el escándalo de la inmobiliaria Contsa, que se produjo en el invierno de 2008 y que derivó en un concurso de acreedores de enormes dimensiones. El gran desafío ahora lo propone Cajasol, con la construcción de la Torre Pelli.

En febrero de 2008 ya se sabía que significaban las hipotecas subprime y se vislumbraba que la crisis que arrancó en EEUU hace ahora dos años podía llegar a alcanzar dimensiones incalculables. En Sevilla se produjo entonces un suceso que supuso el pistoletazo de salida para la crisis en la provincia y todo un escándalo, el provocado por la inmobiliaria Contsa. Ésta había construido todo un conglomerado de sociedades en torno a un sencilla base: prometer altas rentabilidades (de entre el 5% y el 45%) por los ahorros que le confiaban y que remuneraba con el dinero de nuevos clientes. La pirámide acabó por desmoronarse.

Además de llevar a la persona al frente del negocio a la cárcel, José Salas Burzón, el resultado de esta trama acabó con más de 1.600 acreedores y un agujero de 86 millones de euros. Y una consecuencia fundamental: el colapso del Juzgado de Lo Mercantil número 1 de Sevilla. Este hecho, junto a la sucesión de quiebras por un gran número de empresas de la provincia lo obligó primero a fijar juicios para 2010 y, después, a crear por vía urgente el número 2.

Desde el pasado mayo, el Juzgado de lo Mercantil primigenio no admite nuevos asuntos e incluso tuvo que derivar casos al segundo, aun sin tener juez titular. En 2008, el número de concursos de acreedores se incrementó en cinco veces respecto al año anterior.

La crisis se ha cebado con muchos particulares y empresas que no han podido hacer frente a los pagos. Esto ha conllevado a que el número de insolvencias se triplique hasta junio en Sevilla respecto al mismo periodo de 2008, en línea con el comportamiento medio en el país.

Pero no sólo por el colapso de la Justicia pasa la crisis en Sevilla. Los datos de paro y de crecimiento económico dejan en evidencia que la provincia ha padecido con la misma virulencia que el resto de España las consecuencias de una crisis de consecuencias mundiales pero con cuestiones específicas que la han agravado, como el desplome del sector de la construcción.

Uno de los aspectos más importantes se observa en el aumento del paro. Mientras que los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) del tercer trimestre de 2007 eran los mejores de la historia -en Sevilla la tasa de paro se situó entonces en el 12,89%, con 110.000 parados-, en el mismo periodo de 2009 las cifras pasaron a ser alarmantes. En la provincia, casi se duplicó el número de personas desempleadas -205.600-, así como la tasa de paro -22,64%-.

En cuanto al deterioro general, Analistas Económicos de Andalucía, de Unicaja, recoge que en el primer trimestre del año la economía sevillana un descenso de la actividad del 2,4%, eso sí, "uno de los menos desfavorables de la región", ya que la destrucción de empleo "fue menos acusada".

Toda esta ristra de datos tienen su reflejo en un gran número de empresas que han desaparecido o que se han declarado insolventes en los últimos meses, además de un nutrido grupo de firmas que han optado por el Expediente de Regulación de Empleo (ERE). Entre los más llamativos en la provincia, los de Cerámicas Bellavista, Pickman, CLAS o el temporal de Renault, ya extinto. Cada uno de ellos ha acabado con diferente final. Los trabajadores de la fábrica de cerámica, por ejemplo, estudian hacerse con el control de la empresa, mientras que los trabajadores de Roca y Bellavista ven aún peligrar sus puestos de trabajo.

en el horizonte. Y en medio de todo esto, un reto que, a pesar de estar en pleno centro de discusión, tiene muchos visos de seguir adelante: la construcción de la Torre Pelli en terrenos de La Cartuja por parte de Cajasol. En pleno rediseño del mapa financiero andaluz, la caja sevillana apuesta por este proyecto, de 350 millones de euros de inversión y que podría dar empleo a 2.000 personas mientras se lleve a cabo la obra.

Ello a pesar de que la fusión entre las antiguas El Monte y Caja San Fernando concluyó en plena crisis económica, lo que frenó los planes de expansión de la red. Y de las obligaciones que hizo asumir a las entidades andaluzas el desplome del ladrillo. Cajasol, en su caso, tuvo que quedarse con Boreal, mientras que el Banco Pastor tuvo que asumir, a la fuerza, los proyectos de Vilamar en Sevilla, en concreto Torneo Parque Empresarial.

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