Economía

"Pese al liderazgo tecnológico, el sevillano aún habla mal de sí mismo"

El director general de Ingeniatrics Tecnologías insta a proyectar sobre la sociedad el conocimiento y la investigación generada en el ámbito académico

el 14 may 2011 / 19:31 h.

Joaquín Gómez Moya, director general de Ingeniatrics, ante las instalaciones de la empresa ubicadas en Parque Plata (Camas).

Su desembarco se produjo hace un año. Cambió el marketing internacional en un grupo vitivinícola por una firma tecnológica enfocada a la biotecnología y farmacia surgida al calor de la Universidad de Sevilla, tomando las riendas como director general. Es Joaquín Gómez (Ciudad Real, 1965) quien desgrana los entresijos de Ingeniatrics.

-La información más reciente sobre Ingeniatrics en la red es que ha recibido una inyección económica de varios fondos, entre ellos, de una entidad financiera. ¿Cuál es el secreto?

-Hay tres elementos principales para que los fondos de capital riesgo hayan apostado por Ingeniatrics. Uno es nuestra tecnología, que es única y novedosa, basada en descubrimientos científicos y desarrollos propios y protegida por 70 patentes internacionales. Dos, por el equipo profesional tan cualificado que tenemos. Y tres, que hay un proyecto claro para poner en el mercado internacional esta tecnología al servicio de la biotecnología y la farmacia.

-¿El capital riesgo es receptivo a las empresas innovadoras?

-Hay dificultades en el entorno financiero, pero hay que tener paciencia y tenacidad para documentar bien los proyectos. Otro elemento importante y convincente es la coinversión. Junto a los fondos Jeremie y Caixa Capital Risk, los socios nos hemos comprometido también a poner dinero.

-Ingeniatrics es una empresa de base tecnológica. ¿A qué se dedica?

-Ingeniatrics surge por iniciativa de un grupo de profesores de la Universidad de Sevilla en 2001, con Alfonso Gañán Calvo como presidente, que ve grandes posibilidades a las tecnologías Flow Focusing y Flow Blurring para nebulizar (transformar un líquido en gotas finísimas que forman un aerosol) principios activos y microencapsular. La primera produce un microchorro que atraviesa un orificio sin rozarlo permitiendo que ese chorro se rompa en gotas unas iguales a las otras. La segunda genera aerosoles formados por gotas mucho más pequeñas pero con un consumo energético menor.

-¿Eso cómo se traduce en aplicaciones prácticas y concretas?

-Sobre todo, para la industria farmacéutica y biotecnológica, para hacer productos para diagnóstico, en la industria cosmética, etc. Imaginemos un inyectable subcutáneo que vaya liberando el principio activo poco a poco. O una vacuna para niños, a los que les gusta tan poco pincharse, para que se puedan tomar esa vacuna vía oral sin que se rompa hasta llegar al punto exacto. O podemos encapsular microorganismos vivos individualmente para su estudio en laboratorios. Las aplicaciones y los desarrollos son amplísimos y, de hecho, el año pasado creamos una joint venture en EEUU para que otros licencien los usos que nosotros no utilizamos. Así, nuestro principal usuario de licencias es Ingeniatrics Global, una apuesta muy fuerte, que ha comenzado a buscar capital para proyectos. Su objetivo no es otro que buscar gente interesada en campos donde no trabajamos la tecnología y hacer desarrollos de ingeniería.

-La empresa es una spin off que surge de la universidad...

-Vieron que había posibilidades concretas y específicas para aplicar ese conocimiento científico y eso es lo más complicado.

-¿Cree que se aprovecha el esfuerzo de la investigación en iniciativas empresariales?

-Las relaciones entre la universidad y las empresas en España tienen un problema de entendimiento mutuo. Hay demasiados prejuicios. Las empresas deben entender mejor las aportaciones que se hacen desde la universidad y, a la vez, en el mundo académico e investigador se debe entender que hay que dar continuidad y proyección empresarial a ese conocimiento. Aun así, se va avanzando.

-¿Se facilita ese trasvase de conocimiento a la empresa?

-Creo que sí. Es un problema de combinar esas dos culturas, más de actitudes, aunque siempre es deseable que haya más recursos. Ese mejor entendimiento mutuo se tiene que materializar en apuestas de inversión.

-¿Existen prejuicios hacia la innovación hecha en Andalucía?

-Como castellano, me sorprende la capacidad de los sevillanos para no hablar bien de sí mismos. Andalucía está en una situación de liderazgo tecnológico; bueno, más que de Andalucía hay que hablar de grandes áreas metropolitanas, de clusters o polos tecnológicos y en la comunidad hay tres: Granada en biotecnología, Málaga en infocomunicación y Sevilla en aeronáutica e ingeniería.

-¿Instituciones como la Corporación Tecnológica de Andalucía (CTA) están dando frutos?

-Sin duda. No sólo funciona bien, sino que me parece un modelo a extender. Me gustaría ver una CTE (Corporación Tecnológica de España).

-¿Sevilla es un lugar que favorece la innovación?

-Hemos tenido un entorno amable y acogedor y eso debe ir acompañado de una respuesta. Lo mejor que podemos hacer es negocio, contratar... Nuestra función es proyectar el conocimiento y la tecnología hacia la sociedad, así es como mejor cumplimos nuestra parte del trato.

-¿Funcionan las alianzas entre empresas tecnológicas?

-Nos funcionan con ciertos socios, pero es fundamental encontrarlos con intereses complementarios y una cultura compatible. Tenemos colaboraciones puntuales con empresas de medio mundo.

-¿Cuáles son los números de Ingeniatrics y sus previsiones?

-Estamos ahora empezando a comercializar los productos, con lo que esperamos doblar la facturación anualmente al menos durante los próximos cinco años. En 2010 facturamos algo más de 800.000 euros. En el último año hemos multiplicado la capacidad de producción por doscientos. La idea es hacer una ampliación de capital en dos o tres años para hacer plantas mayores. Ahora estamos montando tres plantas para producir microencapsulados para química, farmacia y nutrición, que requerirán, junto a la certificación internacional y su lanzamiento a los mercados exteriores, una inversión de 1,6 millones. Respecto a la plantilla, somos 25 personas, de las que un 60% son mujeres.

-Mientras tanto, el departamento de I+D+I no descansa...

-Tenemos tres proyectos de Investigación y Desarrollo. Uno de ellos junto a los líderes de nutrición de prevención de la obesidad infantil, otro de producción de medicamentos biosimilares y otro proyecto para producir cabezales de nebulizado junto con la CTA.

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