Cofradías

Peticiones por el nuevo rey

El arzobispo Asenjo oró para que el reinado iniciado ayer «conduzca al bien común de los españoles», en una misa en la que también se pidió por el rápido restablecimiento del cardenal Carlos Amigo Vallejo

el 19 jun 2014 / 21:27 h.

La eucaristía de la festividad del Corpus no fue ajena a la histórica jornada que vivió ayer España. Al término de las peticiones de los fieles, el arzobispo de Sevilla, Juan José Asenjo, encomendó «fervientemente al Señor» al nuevo monarca «para que el Señor, que rige los destinos de la historia, se digne bendecir a España con los dones de la paz, la unidad, la justicia y la concordia, y enriquezca al rey Felipe VI con la prudencia y la sabiduría necesarias, de modo que su reinado conduzca al bien común de los españoles». Previamente, Asenjo también realizó una petición por el rápido restablecimiento del cardenal arzobispo emérito de Sevilla, Carlos Amigo Vallejo, quien se recupera satisfactoriamente de una intervención de apendicitis. Durante su homilía, Asenjo se remontó a los orígenes de la festividad del Corpus, una fiesta nacida para «reafirmar abiertamente la fe del pueblo de Dios en Jesucristo vivo» y subrayó que la «eucaristía es para los cristianos el alimento que nos sostiene  mientras atravesamos el desierto de este mundo», un sustento que «hoy necesitamos más que nunca para vivir fiel y santamente nuestra vocación cristiana en medio de un mundo secularizado, que en buena medida vive de espaldas al Evangelio». «Jesús va a volver a recorrer nuestras calles, ofreciendo a los hijos e hijas de Sevilla la vida inmortal, el amor, el sentido para sus vidas y la alegría. Cristo va a caminar por nuestras calles, como caminaba por las sendas polvorientas de Palestina. Va a caminar por donde nosotros caminamos, junto a las casas en las que nosotros vivimos, para que hoy como entonces cure a los enfermos, devuelva la vista a los ciegos, consuele a los tristes y todos quedemos convertidos y renovados por la fuerza de su amor», señaló el prelado. En un plano más social, Asenjo animó a los fieles a adoptar «un estilo de vida más austero por solidaridad con los que nada tienen y para poder compartir con ellos no solo lo que nos sobra, sino incluso lo necesario». En este sentido, el prelado sevillano hizo mención a que «para nadie es un secreto que los últimos años están siendo especialmente crueles para los parados, los inmigrantes, los sin techo, y para cientos de familias que sufren las consecuencias de la crisis económica que para  los pobres parece no tener fin», de ahí que animara a los fieles a ser generosos en la colecta de la eucaristía, destinada a Cáritas dentro del día de la caridad. La anécdota de la eucaristía la protagonizaron los servicios de protocolo de la Catedral de Sevilla, cuyos responsables, en ausencia del regidor local Juan Ignacio Zoido, relegaron al máximo representante municipal, el primer teniente de alcalde, Javier Landa, a una discreta segunda fila entre las autoridades con el argumento de la ausencia del primer edil. El delegado de Fiestas Mayores, Gregorio Serrano, se refirió ayer al término de la procesión al rifirrafe protocolario mostrando su sorpresa por esta «inexplicable e injustificable» exclusión de la presidencia de autoridades, cuando el Ayuntamiento, explicó, es precisamente «la institución que más colabora con el Cabildo Catedral en la organización del Corpus», y cuando el resto de las instituciones  –la Diputación, la Audiencia Provincial, el Poder Judicial, la Delegación del Gobierno y la Junta de Andalucía– también contaban con representaciones delegadas.

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