Deportes

Phelps en versión femenina

100, 200, 400 y 800 metros libres; 200 y 400 metros estilos; y los dos relevos del crowl. El programa de Katie Hoff en Pekín está verdaderamente cargado, pero ella espera, en sus segundos Juegos Olímpicos, volver a casa repleta de oro y entrar en la leyenda igual que su ídolo y compañero de club.

el 15 sep 2009 / 08:19 h.

100, 200, 400 y 800 metros libres; 200 y 400 metros estilos; y los dos relevos del crowl. El programa de Katie Hoff en Pekín está verdaderamente cargado, pero ella espera, en sus segundos Juegos Olímpicos, volver a casa repleta de oro y entrar en la leyenda igual que su ídolo y compañero de club.

En los trials de 2004, a los que acudio con sólo quince años, extrañaron los buenos resultados de Katie Hoff, una mocosa que sacó plaza para Atenas en las dos pruebas de estilos pero que no brilló en los Juegos, ya que sus entrenamientos estaban programados para alcanzar el pico de forma en los campeonatos nacionales.

Tras naufragar en las series de los 400 metros, arrancó una honorable plaza de finalista (séptima plaza) en la carrera corta. Muy poco en la inabarcable cosecha de medallas que suele recolectar el equipo USA Swimming pero mucho para una adolescente sin experiencia internacional alguna.

En los Mundiales del año siguiente, en Montreal, Katie Hoff ya se convirtió en la reina de la prueba de estilos. Ganó los dos títulos (además del del 4x200) y repitió los tres oros en 2007 en Melbourne. En esos segundos campeonatos triunfantes, la joven americana borró de las tablas a la ucraniana Yana Kochklova, doble campeona olímpica y una de sus principales rivales en Pekín.

Su récord duró hasta el pasado mes de marzo, cuando la australiana Stephanie Rice, un año mayor que ella, se lo arrebató pero esta semana, en los trials americanos, Hoff volvió a dejar las cosas en su sitio con un descomunal 4:31.12.

Sin embargo, la historia de esta nadadora empezó a ser especial al día siguiente, cuando se empezó a clasificar con tiempos magníficos para los Juegos en todo el programa de crowl, excepto los cincuenta.

Tal vez, sus marcas no le permitan estar entre las mejores en los cien libres pero es seguro que las grandes damas del fondo tendrán que echarle un ojo a este producto del North Aquatic Club de Baltimore, el mismo centro en el que dio sus primeras brazadas un tal Michael Phelps. Hoff, nacida en California, vive desde muy joven en Maryland y su descubridor también ha sido Bow Bowman, el mismo que tuteló los principios del séxtuple campeón en olímpico en Atenas.

En Pekín, ambos podrían sumar hasta dieciséis medallas de oro. El dato es brutal comparado, por ejemplo, con los once titulos olímpicos sumados por España en los tres últimos Juegos de verano (cinco en Atlanta, tres en Sidney y tres en Atenas).

La tarea de Hoff, sin embargo, se anuncia ciclópea. Al contrario que Phelps, que nada prácticamente sin competencia en cuatro pruebas, ella sólo tiene una disciplina (los 400 estilos y con la amenaza de la mencionada Rice) en la que parte como incuestionable favorita.

En los cien libres, la australiana Lenton y la alemana Britta Steffen son casi imbatibles, lo mismo que la italiana Pellegrini y la francesa Manaudou en los 400. Todas ellas disputarán una batalla durísima en los 200 libres, la distancia intermedia, y hasta en los 200 estilos tendrá que nadar con un ojo en la espaldista zimbabua Kirsty Coventry, que siempre la sigue de cerca en esta prueba. En los relevos, los tiempos de la temporada les dan el oro virtual a las australianas (4x100) y las a francesas (4x200), si bien los cuartetos norteamericanos no desmerecen en absoluto a estos dos.

Pero lo que no deja lugar a dudas es que, con sólo diecinueve años y seis títulos mundiales en el bolsillo, Katie Hoff merece estrenar su palmarés olímpico.

  • 1