El ministro principal de Gibraltar, Fabian Picardo, desembarcó ayer en Sevilla en son de paz. Venía a dialogar con empresarios andaluces sobre las oportunidades de inversión que les ofrece el Peñón, y cuando se habla de mercado, se difuminan las fronteras y las naciones. "Una España próspera es buena para Gibraltar y una España en crisis es mala para Gibraltar".
Así se presentó Picardo ante los medios, con una bandera blanca, sin embargo antes de terminar la rueda de prensa recibiría, de manos de un ciudadano anónimo, una bandera pirata negra, con sus dos tibias y su calavera. "Ésta es la bandera que debe llevar la Policía costera gibraltareña", le espetó el joven, que se definió como "ciudadano español y sevillano".
Los anfitriones, del Club Antares, se pusieron nerviosos y retiraron la bandera enseguida, pero Picardo no se alteró y respondió con calma al joven: "Esta bandera representa la muerte y quien llama pirata al Gobierno de Gibraltar, no conoce Gibraltar".
Entretanto en la puerta se había concentrado un grupo de jóvenes vistiendo gorras, polos y cinturones con los colores de la bandera española, portando una gran pancarta donde se leía: "Gibraltar, español". Reclamaban la devolución de la colonia que adquirió "injustamente el Reino Unido hace 300 años". La Policía, también con sus distintivos españoles, los dispersó.