"Me ofrezco para sacar las casta ñas del fuego al andalucismo". Pilar González confirmó ayer que optará a la secretaría general del PA en el congreso del partido en junio. La ex portavoz parlamentaria, que forma parte del equipo de dirección de Julián Álvarez, quiso desmarcarse del dirigente y aseguró que su candidatura "no tiene amarras, viene ligerísima de equipaje y no es heredera de nadie". Es más, en caso de ser elegida para llevar las riendas de la formación, González adelantó que pedirá a muchos de sus compañeros de la ejecutiva que sean "generosos" y den "un paso atrás". Quiere, ante todo, un equipo "nuevo, con muchas mujeres y a gente con un "perfil integrador".
La ex portavoz parlamentaria se medirá, de momento -el plazo para presentar candidatura expira el próximo día 30-, con los alcaldes de Utrera y San Fernando, Francisco Jiménez y Manuel María de Bernardo, respectivamente. Julián Álvarez sigue sin aclarar si aspirará a la reelección, aunque fuentes cercanas a él señalan que lo más probable es que no. "Comuniqué al secretario general mi decisión y él no me dijo nada. Sólo me ha dado suerte", explicó González.
González está dispuesta a negociar para lograr una candidatura de consenso, algo que ve factible, aunque admite "dificultades" con Francisco Jiménez para alcanzar un acuerdo. Y es que el alcalde de Utrera ve en ella el continuismo de Álvarez. El consenso con De Bernardo es, sin embargo, más fácil. La que fuera número uno al Congreso por Sevilla en las pasadas elecciones cree que aventaja a sus rivales en "tiempo y disponibilidad" porque no está en el poder. A su juicio, juegan a su favor cualidades como "la capacidad de diálogo y de integrar a los que piensan de otra manera". Requisitos, según dice, imprescindibles después del congreso, para evitar "la competitividad que históricamente hemos padecido", dijo.
Adiós a los históricos. El proyecto de González cierra la puerta a los líderes históricos andalucistas. "Podrán asesorar, pero la dirección le corresponde ahora a otra generación". La candidata asume la estrepitosa derrota del 9-M y la achaca a "no haber sabido trasladar los mensajes durante la campaña". De ser elegida, asumirá el reto de reconquistar capitales de provincia y deberá liderar la unión con el PSA. En ese asunto es prudente "Primero, vamos a poner la casa en orden".
