El jueves que viene, 13 de agosto, hará 13 años que le entregaron sus pisos, pero los vecinos de Pino Montano no están para celebraciones. Una oleada de robos a mano armada y actos vandálicos tiene atenazado al barrio. "Estamos hartos de esta situación que no nos deja vivir", dice Josefa.
"Lo que está ocurriendo no son actos puntuales sino crimen organizado", asegura Rafael. Los vecinos viven mañana, tarde y noche en la amenaza constante, en el miedo a ser atracados en plena calle mientras pasean o vuelven del trabajo, o a que les roben el coche, tanto da que esté aparcado en el propio garaje. Y ante esto ven la solución clara: más policías en el barrio. "No se ven por ningún lado y cuando pasa algo tardan en venir media hora o más", critica Rafael. Medio centenar de vecinos de la zona de Pino Montano junto al Vacie se citaron ayer en plena calle para encontrar una solución y aseguraron que van a iniciar protestas "ante quien haga falta".
Lo que debería ser un acto cotidiano sin más trascendencia como ir a sacar dinero, volver del supermercado con las bolsas de la compra, sacar la basura por la noche o jugar al balón en la calle se convierten en actos inseguros, de riesgo, casi temerarios, en los que siempre sobrevuela la posibilidad cierta del atraco, de que le saquen a uno una navaja. "Yo tengo dos hijas, las dos de veintipocos años, y a las dos las han atracado ya, de noche, cuando volvían a casa. Y encima tienes que dar las gracias porque no les pasó algo más grave", cuenta Edelmiro. "Otro día, estábamos en el salón de casa y una piedra nos rompió una de las ventanas", añade.
Manuela es la vecina de abajo de Edelmiro. A uno de los hijos de Manuela lo atracaron hace unos días. "Denuncié el robo en la comisaría y mi hijo reconoció en las fotos a uno, pero no sirvió de nada, todo sigue igual", lamenta.
"Hace unos años había policía de barrio y algunos agentes patrullaban por la zona, pero ya no. No sabemos qué ha pasado, pero desde luego no fue una buena idea que se fueran", dice Carmen.
Josefa es un nombre falso. No quiere dar su identidad verdadera ni aparecer en las fotos porque tiene miedo de que la puedan identificar. "Tengo un negocio en el barrio y ya he tenido problemas", dice. No es la única. "A una joyería ya la han atracado tres veces", recuerda Carlos.
Es una espiral que no parece tocar techo. Carlos asegura que "esto no tiene nada que ver con ningún tipo de racismo porque esto nunca había pasado hasta hace dos o tres años, cuando en el Vacie ha entrado todo tipo de delincuentes. Nunca habíamos tenido problemas con el Vacie, por eso creemos que el Ayuntamiento debería hacer un censo a ver qué ha pasado ahí".
«Muchos robos los están cometiendo menores»
"Muchos de los robos y los delitos que sufrimos los están cometiendo menores -dice Rafael-. Por eso, le pedimos a la Junta de Andalucía que actúe, cumpla la ley y proteja a estos menores porque ni creo que vivan en las condiciones más adecuadas ni entiendo -añade- cómo no les quitan la tutela a sus padres".
Rafael espera que las autoridades y las administraciones públicas den una solución al barrio cuanto antes "porque si no cualquier día va a ocurrir una desgracia mayor, una tragedia".
Otros vecinos denuncian la situación en que vive en parque del barrio, cerca del Carrefour Macarena. "Cada vez está más abandonado y hay jeringuillas, desde luego no es el lugar más adecuado para que los niños jueguen", explica una vecina de la zona.
"Hay quien nos critica por racismo, pero esto no tiene nada que ver con eso, sino con la justicia y con que no podemos cruzarnos de brazos y dejar que todo esto siga pasando", añade Ricardo. "Nos vinimos a vivir aquí para vivir en un barrio con tranquilidad y no para estar amenazados", apostilla.