Cultura

Pitingo: «Nadie canta ya con fatigas, pero la gente sufre igual»

El cantaor onubense está de gira con su nuevo disco, ‘Olé & amén’, con el que vuelve a despertar críticas furibundas y adhesiones inquebrantables. Mañana estará inaugurando el nuevo Auditorium de Cajasol, en el patio de la Diputación.

el 09 feb 2011 / 20:55 h.

Pitingo.
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-Dicen los que saben que usted canta por derecho cuando quiere. ¿Es por cansancio del flamenco por lo que hace otras cosas?

-Los experimentos siempre salen mal, pero cuando te crías desde chiquitito con dos músicas, es muy difícil renunciar a una. Yo he estado en un coro de gospel desde los 13 años, he escuchado a Marvin Gaye, a Aretha Franklin, tanto como el flamenco clásico. Eso no es experimentar; sí lo sería, por ejemplo, meter una gaita sin tener ni idea.

-¿La poca rentabilidad del flamenco también influye?

-El flamenco es una música minoritaria, sacas un disco y como mucho vendes tres o cuatro mil copias. Con mis discos, uno escucha una soleá o un martinete, pero también Killing me softly o I will survive: una de cal y una de arena. Los cantaores que han hecho grande el flamenco son los que han abierto puertas: Camarón, Enrique... Y quienes critican son los que quieren que el flamenco no salga de ahí, y que nos muramos de hambre.   

-¿Se ve ocupando el trono vacante de Morente?

-Esos son huecos que no se pueden llenar, pero habrá otros sitios donde nos podamos instalar. Enrique fue un genio y una persona excepcional. Ahora hay gente que canta también muy bien, y seguirán naciendo grandes cantaores. Tal vez no canten con las mismas fatigas de antaño, pero la gente sufre igual, con dinero y sin él.

-Lo seguro es que usted se mediría con cualquier figura del panorama actual...

-Miedo no me daría; no medirme, sino cantar con quien sea. Soy una persona muy aficionada al cante, y sé mucho más que mucha gente de mi edad. Pero no todos han tenido la oportunidad de nacer en una familia tan flamenca como la mía. Lo que escucho además es todo lo antiguo: Juanito Mojama, Manuel Torre, El Gloria, La Niña de los Peines, Caracol... Pero también a  Mercé y a La Macanita.

-Soulerías entró bien, pero lo de Nirvana no se lo perdonan...

-¡Uf! Aquello fue una prueba, el productor Alejo Stível nos animó a hacerlo, pero no pensábamos que fuera a difundirse... Personalmente no es el estilo que me gusta, pero alguien lo colgó en internet y... Mira, lo hicimos con mucho respeto, con ganas de pasarlo bien y hasta de dar a conocer al artista, que hay mucha gente que no lo conoce... Pero en todas las clases de música hay talibanes. Bebe hizo algo parecido y también la pusieron a parir. Que llamen a la mujer de Kurt Cobain y le echen la bronca a ella, que es la que da permiso para las versiones y cobra por ellas. 

-¿Vendría a la Bienal?

-Vine hace años, cantando para el baile, con Merche Esmeralda. Me encantaría volver. Si no me llaman, no pasa nada, y si lo hacen, estupendo. Repertorio tengo.

-¿Es cierto eso de que se toma fatal las críticas?

-¿Yo? No, no, hace años que no las leo. Sí creo que algunos críticos deberían dedicarse a escribir cuentos para niños, porque salir a un escenario es como ponerse delante de un toro: qué menos que guardar un respeto y una decencia al hablar. Pero antes bajaba corriendo a comprar el periódico, y ahora no quiero ni saber qué dicen. Hay gente que, con mejor o peor intención, te llaman para preguntarte: ¿Has visto lo que ha dicho este de ti? Yo respondo: déjalos que hablen.

-Unos dicen que hay que invertir en promoción exterior del flamenco, otros que el dinero debe quedarse aquí... ¿Qué haría usted con los presupuestos?

-Yo invertiría en cultura, que la gente aprenda que el flamenco es mucho más que rumbas y sevillanas. Y ojalá algún día se pudiera salir con una soleá como single.

-Inaugurará el Auditorium de Cajasol. ¿Prepara algo especial?

-Llego con mi espectáculo Olé & amén, con una parte flamenca, otra de música negra y otra de fusión de ambas. Estéticamente, las chicas del coro recuerdan a la Motown, y los flamencos, a lo suyo, a dar el callo.

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