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Pizarro hace amigos

El número dos de la lista del Partido Popular por Madrid al Congreso, Manuel Pizarro, ha dado un gran paso para ser declarado personaje no grato en Andalucía. Sin venir a cuento y obsesionado por congratularse con la patronal catalana después del caso Endesa (...) el cerebro económico de Rajoy no tuvo mejor ocurrencia que dejar caer que Andalucía es la comunidad más subsidiada del Estado.

el 14 sep 2009 / 23:31 h.

El número dos de la lista del Partido Popular por Madrid al Congreso, Manuel Pizarro, ha dado un gran paso para ser declarado personaje no grato en Andalucía. Sin venir a cuento y obsesionado por congratularse con la patronal catalana después del caso Endesa -llegó a decir que prefería que la eléctrica cayera en manos alemanas que catalanas- el cerebro económico de Rajoy no tuvo mejor ocurrencia que dejar caer que Andalucía es la comunidad más subsidiada del Estado. Con semejante despropósito, que para nada responde a la realidad hoy, como oportunamente se ha encargado de demostrarle con datos el consejero Griñán, Pizarro no sólo no logró convencer a los expectantes empresarios catalanes de que apoyen al PP, sino que hace un favor envenenado a los populares andaluces que lidera su ahora compañero Javier Arenas. Pero no es la primera vez que ciertos gerifaltes de la derecha política instalados en Madrid no se arrugan a la hora de calificar despectivamente a los andaluces. Hace unas semanas lo hacía Esperanza Aguirre cuando hablaba de andaluces "adocenados". Y antes el ex ministro Juan Carlos Aparicio al calificar a la sociedad andaluza de "indolente". Semejantes descalificaciones parecen corroborar que el PP ha renunciado de antemano a gobernar en Andalucía o bien que los populares andaluces no han conseguido transmitir a sus compañeros de la capital que Andalucía ya no es ni de lejos la de hace treinta años. En el caso de Pizarro, un hombre especialmente viajero, su ignorancia de los números que hoy definen a Andalucía tiene especial delito. Y si estando inmerso en plena precampaña electoral como aspirante maneja este discurso tan injusto, sería casi lógico pensar que a Andalucía podría volver a negársele el pan y la sal si el ex presidente de Endesa se hace con las riendas de las cuentas del Estado alguna vez. Porque la brillantez de la que presume para dirigir empresas parece estar muy lejos de algunas de sus intervenciones, con Andalucía de víctima colateral. Un pésimo comienzo.

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