Era el gran objetivo de la Junta, que los problemas financieros se resolvieran en casa y que, de paso, se constituyera una gran caja andaluza -o al revés-. El consejero de Gobernación, Luis Pizarro, evidenció ayer de nuevo la complacencia de la Administración regional respecto a la fusión entre Unicaja y Cajasur (con la Caja de Jaén como tercera entidad).
Así, consideró que esta unión es "un paso de gigante" hacia el "gran objetivo de que Andalucía tenga una gran caja". Además, apuntó que es "la mejor manera" de salir de la crisis y de fortalecer el sistema de ahorro español y andaluz.
Pizarro afirmó que esta unión es "un gran paso" para que la comunidad "esté en el sitio justo" en el mapa de entidades financieras de ahorro que va a haber en España "tras los movimientos de alianzas estratégicas que están teniendo las distintas cajas en las comunidades españolas". Además, indicó que los andaluces deben sentirse "orgullosos" ya que "cuando culmine el proceso de fusión va a haber dos cajas andaluzas dentro de las 10 primeras de España".
Respecto a la cuestión de los plazos para que la fusión se haga efectiva, el consejero de la Presidencia, Antonio Ávila, apuntó que éstos "se pueden flexibilizar en función de la voluntad política", al margen de que este proceso "dependa de los consejos de administración y de los órganos de decisión de las propias cajas".
Por su parte, y tras el protagonismo que tomó en la negociación la Iglesia a raíz de sus peticiones, la Diputación de Córdoba reivindicó ayer su papel. Así, su presidente Francisco Pulido (PSOE), dijo que, "salvo aquél que quiera olvidarlo", nadie puede soslayar el hecho de que la actual Cajasur, que negocia su proceso de fusión con Unicaja y Caja de Jaén, es el fruto, a su vez, de la fusión de dos cajas cordobesas, una fundada por la Diputación y otra por la Iglesia.
