Local

Platos a la mayor gloria del cliente

Antonio es heredero de la tradición hostelera paterna que se inició con mucho éxito en la Venta de los Cazadores. Aquí él y su hermano se van familiarizando con el oficio, y con la edad van iniciando cada uno sus propias aventuras en el gremio.

el 15 sep 2009 / 00:07 h.

TAGS:

Antonio es heredero de la tradición hostelera paterna que se inició con mucho éxito en la Venta de los Cazadores. Aquí él y su hermano se van familiarizando con el oficio, y con la edad van iniciando cada uno sus propias aventuras en el gremio. Antonio, que es un profesional inquieto, tiene varios negocios con distintas especialidades pero al final la gente siempre le acababa pidiendo lo mismo, carne, pescados y guisos. Así es que decidió montar uno haciendo desde el principio caso a su clientela. Con ese espíritu nace este casa, donde Antoñito está dedicado en cuerpo y alma a sus clientes y a la cocina tradicional. Y esto es tan así que este local no tiene carta, todo se elabora con lo que hay en el mercado en ese día, y se hacen los guisos que luego se cantan por el camarero junto con el resto de carnes y pescados que han entrado.

Otro de los aspectos importantes es que los clientes pueden pedir a Antonio lo que quieran y éste se lo prepara sin problemas. Aquí el cliente es mariscal de campo y como tal se le trata. Está prohibido levantarse de la mesa a pedir si quiera un vaso de agua, para eso está el camarero. La cuidada atención al cliente es santo y seña de esta casa y de la que se sienten especialmente orgullosos.

Como ya hemos dicho, su variada cocina se prepara a diario en casa, haciendo especial hincapié en una cocina tradicional sevillana, en la que los guisos tradicionales presiden la oferta con un buen menudo con garbanzos, la sangre encebollada, los judiones con chorizo, o los potajes. Entre los entrantes no pueden faltar las croquetas caseras de pollo y jamón, muy sabrosas, los estupendos champiñones a la plancha (Pepe Calvillo, su cocinero, muestra muy buenas maneras con las verduras), los huevos a la Pantoja, que no son otra cosa que los chanquetes con huevos y pimientos, las albóndigas de choco o el pulpo a la gallega. Entre los pescados, destaca por si sólo el frito variado por la calidad de la materia prima y el punto de fritura. Y para terminar entrecot de ternera, secreto o solomillo ibérico al whisky, entre otros.

En cuanto al vino, es donde más se nota la ausencia de una mano que dirija bien, pues se echan en falta más referencias y más DD.OO., pero Antonio ya está en ello y en su afán de que sus clientes tengan lo que sea necesario. Pronto empezarán a notar cambios. Aún así, excelente manzanilla San León para compartir con su estupenda chacina de Guijuelo, los mariscos frescos y preparados al momento, o esos pescaítos fritos de delicada fritura.

Otro de sus fuertes son los desayunos, en los que sirven buen producto ibérico en estupendo pan y acompañado de un buen café. Sin competencia en la zona.

  • 1