Cultura

«’Pluto’ es un espectáculo para todos los públicos, sean de Podemos o Robemos»

Javier Gurruchaga protagoniza este fin de semana en el teatro Lope de Vega una versión musical y actualizada del clásico de Aristófanes.

el 05 feb 2015 / 16:00 h.

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A la luz de 2015 sabemos que Aristófanes (444-385 a.C), además de un genial y viperino cómico, fue un vidente formidable. Su comedia Pluto viene a demostrar lo aquí afirmado. «Tenemos en la obra políticos que prometen, corruptos, ladrones, pobres y hasta un tesorero...», bromeó ayer Javier Gurruchaga, protagonista de las cinco funciones que, desde hoy y hasta el domingo (20.30 horas, sábado también a las 18.30 horas, entradas de cuatro a 21 euros) tienen lugar en el teatro Lope de Vega.

Dirigida por Magüi Mira y estrenada con gran éxito de crítica y público durante el pasado Festival de Teatro Clásico de Mérida, Pluto no hace sino poner el acento en «eso que parece tan fácil de conseguir y, sin embargo, tan utópico, como es el reparto justo de la riqueza». Porque la versión del clásico que ha preparado Emilio Hernández «conecta la función con el aquí y ahora, la radiografía, es como un telediario con mucho humor».

Gurruchaga, encantado con una función en la que además despliega también sus dotes de cantante, afirmó ayer que cada día reconoce a más políticos en la obra: «Está el primer ministro griego, Tsipras, y la presidenta del Fondo Monetario Internacional, Christine Lagarde, bueno... no falta nadie». Y todos reciben lo suyo, «por eso digo que este es un espectáculo para todos los públicos, ya venga gente de Podemos, Ganemos o Robemos», insistió siempre con la guasa por delante.

En el reparto también están, entre otros, Marisol Ayuso, Ana Labordeta y Jorge Roelas. Este último comentó que «Pluto se ha enriquecido con este montaje, que termina a ritmo de gospel, con el tema Lentejas y libertad, que son los dos elementos más esenciales que necesitamos para vivir».

Por el camino oiremos jazz, balada pop y blues... «siempre con un ritmo muy cinematográfico, estando todos en el escenario todo el tiempo, aunque sea haciendo de coro escondidos tras las pesadísimas caretas», detalló Javier Gurruchaga.

«Todo el montaje es una crítica demoledora al sistema democrático que se desmorona, lo lamentable es que 2.500 años después de haber sido escrita siga resultando tan actual». Pluto es el dios del dinero, primero ciego, luego reconvertido en redentor de los pobres y al final en dios de la pobreza. Él marca el hilo argumental de obra una punteada por números musicales «que aligeran la trama y explican buena parte de la peripecia que estamos contando», puntualizó Roelas.

Con una puesta en escena muy básica, confiada a la iluminación y a unos pocos elementos escenográficos, «todo el peso recae sobre los actores que, al menos, estamos vestidos nada menos que por Lorenzo Caprile», dijo Gurruchaga, quien enfatizó que venir a ver Pluto es «apoyar la libertad de expresión con todas sus consecuencias. ¿Y el final? «Abierto, como quería Aristófanes, sin vencedores ni vencidos, todo queda en el aire, quizás para que los que anden por aquí dentro de 25 siglos continúen haciéndose las preguntas que hoy nos hacemos».

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