Para marcar distancias desde el minuto uno con el resto de fuerzas políticas, Podemos no solicitará ningún crédito bancario para financiar su campaña electoral a las andaluzas del 22 de marzo. No aceptaremos préstamos privados ni firmaremos ningún compromiso corporativo que comprometa a esta formación con quien le financia. Porque cuando te prestan dinero, luego siempre esperan algo a cambio. No queremos depender de nadie, explica la ya candidata de Podemos a la presidencia de la Junta, Teresa Rodríguez.
La alternativa que utilizarán es un sistema más próximo a la recaudación para poner en marcha proyectos culturales que para empujar una caravana electoral: Podemos pedirá a los ciudadanos microcréditos que promete devolver una vez acceda al Parlamento, gracias a las subvenciones electorales que perciban. La ley establece que un préstamo civil ordinario a un partido político puede oscilar entre los 100 y los 10.000 euros por persona. El equipo de Rodríguez ha desvelado esta mañana que esperan obtener una media de 500 euros por cada simpatizante (en Andalucía hay inscritos 55.000) y que barajan una estimación prudente como presupuesto de campaña electoral que rondarían los 600.000 euros, unos 100.000 euros semanales.
Los datos los ha aportado el número dos de la lista de Podemos por Sevilla, Juan Ignacio Moreno Yagüe, abogado especializado en la lucha contra el fraude bancario. Moreno ha insistido en que se trata de un presupuesto conservador que han calculado en función del dinero en subvenciones electorales que percibirá Podemos tras las autonómicas, si se cumplen las previsiones menos prometedoras que apuntan las encuestas.
Los sondeos sobre estimación de voto en Andalucía han situado a Podemos entre el 12 y el 17%, colocándose como tercera fuerza por detrás de PSOE-A y PP-A. Si el equipo de Teresa Rodríguez irrumpe en el Parlamento andaluz con un porcentaje de votos en torno al 12%, obtendría 11 o 12 escaños, y le correspondería por ley unos 600.000 euros en subvenciones electorales, según sus propios cálculos.
Al ciudadano que conceda un microcrédito para la campaña se le aclarará en el mismo momento de hacerlo, que si el resultado electoral de Podemos queda por debajo de sus expectativas, quizá no se pueda devolver todo el dinero, por lo que una parte del mismo se consideraría donación, o bien se establecería a posteriori un plazo más largo para poder devolverlo. Al hacer estos cálculos, Podemos también está revelando una información que no suelen trabajar los partidos antes de los comicios: a saber, el presupuesto de campaña que diseñen y el dinero que esperan recaudar es directamente proporcional a la capacidad que tengan luego para devolverlo, es decir, al mayor o menor éxito electoral. De momento, 600.000 euros equivalen a 11 escaños. El proceso de recaudación de microcréditos de Podemos, que se articulará a través de su página web, estará regulado y controlado por Banca Ética Fiare. El partido asegura que todo los ingresos se harán de forma transparente, publicando el nombre de cada prestamista en la web, y garantiza que no aceptarán ingresos masivos más allá de lo que establece la ley.
