El policía local de Sevilla condenado a tres años y medio de cárcel por colaborar con unos narcotraficantes a los que se incautaron 10,9 kilos de cocaína ha recurrido la sentencia porque se basó en una única llamada telefónica que no fue correctamente interpretada.
El policía M.A.D.M., según la sentencia a la que tuvo acceso Efe, aprovechaba sus conocimientos como agente para informar al también condenado P.J.D. del lugar donde se encontraban los controles conjuntos de la Policía Local de Sevilla y la Guardia Civil.
El abogado del policía, Jesús Rojo Alonso de Caso, ha informado a Efe de que ha recurrido la condena en aplicación de la presunción de inocencia, pues la única prueba contra su cliente es una llamada telefónica en la que quedaba con un amigo para tomar una copa.
El día de dicha llamada no se produjo ningún transporte de droga y los controles policiales se colocaron en sitios distintos a los citados en la llamada, por lo que el abogado entiende que no hay ningún otro dato que corrobore la implicación de su cliente.
Ha explicado además que, en seis meses de intervenciones telefónicas, esa fue la única llamada interceptada a su cliente y la que ha servido para condenarle, en un fallo que le aplica además la agravante de ser funcionario público y acuerda notificar la condena a la Jefatura de la Policía Local sevillana.
Rojo también va a recurrir la sentencia por nulidad de las escuchas telefónicas y por vulneración del derecho al juez natural, pues este caso empezó a investigarse en Marchena (Sevilla), cuyo juez posteriormente se inhibió a favor de un juzgado sevillano.
Junto al policía local, la Sección Primera de la Audiencia de Sevilla condenó a otras ocho personas a penas de entre 4 y 12 años de cárcel por constituir una red dedicada a traer cocaína a España, desde Brasil, oculta en planchas que simulaban el armazón de una maleta.
Uno de los procesados es el militar J.M.G., condenado a doce años y tres meses de cárcel, que según el fallo encargó a dos de los procesados traer desde Brasil uno de los alijos incautados y llevaba un nivel de vida que "no se corresponde con el que su situación en el Ejército le puede permitir".
Otros abogados defensores han informado a Efe de que van a recurrir ante el Supremo la condena, como es el caso de P.J.D. y su madre M.P.D.B., en cuyo trastero de la calle La Calesera de Sevilla se localizaron el 17 de octubre de 2007 dos planchas de cocaína, similares a las incautadas en las otras operaciones, con 1.065 gramos de droga.
Esta mujer, de 50 años, fue condenada a cuatro años de cárcel porque los jueces entienden que conocía el contenido de las planchas, según se deduce de las conversaciones intervenidas a los acusados, que hablaban con ella de la droga mediante palabras claves.
Según la sentencia, el militar condenado encargó a los hermanos J.J.P.G. y S.P.G., condenados a 9 años, traer la droga desde Brasil, una actividad por la que percibían entre 15.000 y 20.000 euros y que, según reconocieron en el juicio, habían hecho en ocasiones anteriores.
Tres de los acusados fueron detenidos la medianoche del 16 de octubre de 2007 junto a la estación de autobuses del Prado de San Sebastián de Sevilla con una maleta marca Samsonite en la que habían disimulado 5.440 gramos de cocaína, con un valor en el mercado de 335.418 euros.
El militar fue detenido en el Hotel Pasarela de Sevilla, donde se había alojado con otros tres procesados, a las 11.15 horas de ese mismo día con otra maleta en la que, con el mismo método, ocultaban 4.417 gramos de cocaína, valorada en 271.731 euros.
