Una auténtica batalla campal originó la suspensión del partido que enfrentó ayer al San Roque y al CD Utrera en el Municipal de Lepe. El choque, correspondiente al grupo II de Primera Andaluza Infantil, se cerró de forma precipitada en el minuto 70 y con 0-0 en el electrónico después de un lance fortuito tras el que varios aficionados locales invadieron el terreno de juego y agredieron a un jugador visitante, de sólo 13 años. La mediación de la Guardia Civil evitó una auténtica desgracia, ya que dos componentes del escuadrón utrerano fueron atendidos en un centro hospitalario con diferentes traumatismos.