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'Political Mother', danza contemporánea con Hofesh Shechter en el Central

el 03 nov 2010 / 18:37 h.

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  • Actividad: Danza contemporánea
  • Fecha/Horario: 5 y 6 de noviembre / 21 h.
  • Precio: 15€
  • Lugar: Teatro Central. José de Gálvez s/n. Isla de la Cartuja.
  • Teléfono: 955 037 200
  • Venta de entradas: En taquilla del teatro 1 hora antes del espectáculo. Venta telefónica: 902 360 295 / 952 076 262.
  • Internet: www.generaltickets.com

Vuelve al Central Hofesh Scheshter, el coreografo israelí, ex-bailarin de la prestigiosa Batsheva Dance Company y afincado en Gran Bretaña, que conocimos cuando nos presentó sus multipremiadas y energizantes piezas Uprising e In your rooms.

El espectáculo
Esta vez viene a ofrecernos Political Mother (Madre política), su nueva obra de larga duración que se estrenó a nivel mundial el 20 de mayo del 2010 en el Festival de Brighton y de la que la crítica dijo que era "una obra de una potencia desafiante, galvanizadora" (The Guardian). Desde entonces, Hofesh y su joven y elogiada compañía se han embarcado en una gira mundial en la que actuarán en 24 ciudades de todo el mundo antes de que acabe el año, en escenarios tales como la Ópera de Sydney, el Theatre de la Ville de París, el LG Arts Centre de Seúl y el Sadler's Wells Theatre de Londres.

Sinopsis
En Political Mother, Shechter vuelve a su tema más característico, la reflexión sobre los mecanismos del estado y de la sociedad, pero aquí se centra en cómo las ideas de camaradería, deber y servicio pueden ser adoptadas y brutalizadas por un poder represivo.

Shechter, ex-batería de rock, ha creado una obra que escupe sangre, lanza bolas de fuego al público y lo deja agitado, conmocionado y destrozado. Es un alarido sostenido de ira contra todos los sistemas políticos que refutarían los derechos del individuo y encerrarían a la gente en unidades calibradas, que sofocarían la alegría.

En cuanto al movimiento, la "energía Shechter" está en plena forma: ambos sexos, agachados y espasmódicos como duendes, luego explotando en danzas musculares en círculo como juerguistas de ojos desorbitados, aunque resulta imposible precisar la emoción dominante (ya sea triunfo, terror o entumecimiento de los sentidos).

Las pautas rítmicas del movimiento sugieren sistemas carcelarios, desde los presos encadenados entre sí de Angola hasta los horrores de Auschwitz, con los presidiarios abriéndose camino temblorosos y dando tumbos.

Por debajo del sonido y la furia subyace una humanidad desnuda y vulnerable. El instinto musical de Shechter es tan certero que puede casar la cacofonía eléctrica con la danza folklórica judía, o impactantes imágenes de brutalidad con Joni Mitchell.

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