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«Pondremos un tutor a maestros que necesiten mejorar sus clases»

De la Chica asume que los datos de las cuatro pruebas de Diagnóstico que han evaluado el sistema escolar andaluz le permiten empezar a rendir cuentas. Defiende que no todos los colegios han trabajado igual y que, con los mismos recursos, unos han mejorado y otros no

el 22 ene 2011 / 22:47 h.

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El consejero de Educación, durante la entrevista.

-La futura la ley de igualdad de trato, que niega los conciertos a los colegios que discriminen por sexo, ¿cambia algo en Andalucía?
-Cambia en el sentido de que nos otorga una mayor fortaleza en nuestra decisión legítima de que los centros que discriminan por razón de sexo no ha lugar a que sean sostenidos con fondos públicos. En Andalucía tenemos 12, que ahora están pendiente de un fallo del TSJA. Cuando la ley entre en vigor, quedarán extintos esos centros. Aunque no tendrá efectos retroactivos sobre los que ya estén funcionando.

-Educación gestiona los cursos de formación continua de maestros. Los expertos creen que es un modelo obsoleto. ¿Lo comparte?
-Es verdad que necesitamos ajustar mucho la oferta que hagamos de formación contínua, y ésa es la que vamos a cifrar en el II Plan de Formación Permanente del Profesorado cuando concluya el debate en el Parlamento. Es probable que en ocasiones hayamos ofertado contenidos de formación que no eran los más objetivamente demandados. El modelo es necesario, pero creo que la estructura de formación de Centros de Profesores, que tienen ya más de 20 años, es mejorable.

-¿Qué alternativa barajan?
-Hay que incidir en la rendición de cuentas con los profesores y con los centros escolares. Ya podemos identificar a los maestros de alto desempeño en un aspecto singular y concreto del proceso educativo. Profesores excelentes, auténticos expertos en enseñar la lectura en los primeros años, por ejemplo, o el cálculo, o especialistas en Historia. Hay miles. Debemos identificar a esta gente y que sean parte activa del hecho formativo durante un plazo limitado. Si tienes a un buen profesional le puedes pedir, siempre voluntariamente: usted está en condiciones de formar durante un año a otros maestros -200, 300, habría que afinar- sobre su experiencia profesional. Y una vez que concluya, devolverlo al sistema.

-¿Sacaría a los mejores profesores del sistema para que den clase a los maestros nuevos?
-No, no. También a los que ya están dando clases y necesitan mejorar aspectos concretos. Tras cuatro pruebas de diagnóstico, ya empezamos a conocer las excelentes prácticas educativas, los centros que están logrando estándares muy altos de rendimiento, por encima de la media. Queremos difundir el trabajo de quienes lo hacen mejor e intentaremos ponerles en circulación dentro del sistema. La formación permanente nos la demandan los 120.000 profesores que tenemos, pero nunca, hasta ahora, hemos tenido un sistema que acredite las cualidades de cada uno de ellos.

-¿Cómo saca a un profesor del sistema? ¿Con una excedencia?
-Claro. Igual que sucede hoy con quienes se forman en una competencia bilingüe o quienes en su día formaron parte de los CEP. Aunque luego se configuraron como plantillas estables para la formación.

-Entonces, ¿se dedicarían un año a formar a profesores y dejarían de dar clase a sus alumnos?
-Bueno, a mí me gustaría que quienes hagan la formación de maestros sigan vinculados al hecho educativo. Otro de los aspectos significativos, que ya hacen en los países con mejores sistemas, es la formación en directo, dentro del mismo aula. Hay países que forman a los profesores después de ser profesores y estar trabajando. Dan clases magistrales desde el punto de vista modélico a los niños, con su profesor presente, y así aprenden el niño y su profesor, los dos.

-Un maestro tutelaría el trabajo de otro dentro del aula...
-Sí, sí. Eso es.

-Elegir a los profesores buenos es fácil, pero ¿quién decidirá qué maestros necesita un tutor para aprender a enseñar mejor?
-Cada centro escolar seleccionará a los suyos. Los colegios y maestros van a rendir cuentas ante la administración, pero sobre todo ante la comunidad educativa a la que sirven. El consejo escolar debe saber exactamente cómo se trabaja, qué esfuerzos se hacen y qué rendimientos se obtienen... El sitio de diagnóstico y acción inequívoco es el centro educativo. Y uno de los aspectos en los que va a tener un protagonismo grandísimo será en la formación que necesitan sus docentes. Ahora ya sabemos con certeza los que han logrado objetivos y los que no han conseguido mejorar.

-Entonces, ¿rendirán cuentas en función de sus resultados?
-La evaluación de estos últimos cuatro años nos permite democratizar el sistema. Ser justos con los que más se han esforzado y han obtenido mejores resultados, y más rigurosos con los que, con los mismos recursos, no han progresado tanto. En dos o tres años más, vamos a tener todo el trayecto educativo de un niño y sabremos en qué sitios se han producido los hechos que están multiplicando su éxito o llevándole a un hipotético fracaso. Vamos a poder hacer el seguimiento de cada escolar, clase, colegio, zona y barrio. Ese seguimiento nos hará tomar decisiones distintas para cada centro escolar.

-¿Por ejemplo?
-Hasta ahora hemos asignado determinadas políticas de impacto en los centros sólo con elementos cuantitativos: a tal centro, por este tamaño, le toca esto. A partir de ahora el hecho que va a dirimir ese reparto es el cualitativo.

-¿Van a repensar el reparto de fondos a los colegios en función de sus necesidades y resultados?
-No, yo no estoy hablando de reparto de fondos.

-De recursos...
-De recursos, sí. Te pongo un ejemplo fácil: los profesores de apoyo. La tradición es que cuando tú implementas un recurso como ése lo extiendes como una mancha de aceite por el conjunto del territorio con carácter igualitario. Y ahora se trata de decir que puede que haya un colegio que necesite tres profesores de apoyo y otro que no necesite ninguno.

-Si un colegio necesita tres maestros de apoyo, tendrán que sacarlo de otra escuela, ¿no?
-Pues claro.

-¿Los centros que hayan mejorado perderán a un profesor y lo ganará quien más lo necesite?
-No, no va a funcionar como una subasta. Primero, esto va a tener carácter progresivo, no va a ser algo fulminante. Mira, no todos los colegios tienen igual rendimiento ni necesidades. Y probablemente todos reciben los mismos recursos, porque la asignación se hace sólo en función del tamaño del centro y el número de alumnos. Y creo que ya hoy podemos mandar dosis distintas de determinados recursos. Si aparecen centros con bajo desempeño en lectura, es razonable que podamos prescribir el incremento de las horas de lectura. ¡Pero no tenemos que hacerlo con todos!

-Pero eso ya está establecido en el currículum...
-Pero tenemos capacidad normativa para hacerlo. Hay una serie de horas de libre configuración, y podemos recomendar medidas específicas cuando sabemos con seguridad que determinadas competencias básicas en tal centro están por debajo del nivel medio.

-Entonces no regularán las enseñanzas con normas genéricas.
-¿Por qué? Entre más de 4.000 centros, ya identificamos que un colegio de un determinado municipio es idéntico por categorías sociales, económicas, de equipamientos, de recursos y demás a otro que está a 250 kilómetros de él. Sus circunstancias y estructura son casi calcadas. Luego los rendimientos tendrían que ser muy parecidos. ¡Pues no lo son! Uno tiene excelentes resultados y otros no.

-El vincular el rendimiento escolar con incentivos, ¿no es la filosofía del Plan de Calidad?
-Evidentemente. Todos los sistemas escolares del mundo con alto nivel de rendimiento han hecho de eso que nosotros llamamos Plan de Calidad, el Plan. ¡El plan de gestión de la educación es globalmente un plan de calidad, es así! Lo es. Cuando hablamos del Plan de Calidad y de rendición de cuentas, hablamos de la capacidad de definir responsabilidades y fijar adónde se puede llegar desde el punto de partida de cada uno. No es que todos los niños tengan que sacar sobresaliente.

-¿Su intención es generalizar la filosofía del Plan de Calidad?
-Evidentemente. Y quienes alguna vez han tenido la desafortunada lectura de que el Plan de Calidad es pagar por aprobar...¡jamás había oído una agresión de mayor tamaño a un funcionario público!

-¿El nuevo del Plan de Calidad mantendrá los incentivos económicos de 7.000 euros?
-Lo estamos estudiando. Debe haber incentivos. Es razonable que los profesores los tengan. El nuevo Plan de Calidad va a tener en consideración todo lo que nos han transmitido los centros en estos cuatro años, la sentencia del TSJA y otros modelos parecidos. Pero, efectivamente, todas las políticas que vamos a hacer girarán en torno a la filosofía del Plan de Calidad.

-Entiendo que entonces no seguirá siendo voluntario...
-Desde luego,algunas medidas de las que te he dicho serán obligatorias. Se esté o no se esté en el Plan de Calidad, los resultados de las pruebas de diagnóstico van a servir para prescribir decisiones. No estar en el Plan de Calidad no es no estar en los procesos de evaluación y de rendición de cuentas. Va a rendir cuentas todo el sistema educativo, de arriba abajo, y de izquierda a derecha.

-¿No sería mejor convertir el Plan de Calidad en una normativa genérica para todos?
-Todos los grandes hechos de la educación andaluza han tenido carácter motivador, de compromiso: los procesos de renovación pedagógica, seminarios permanentes... La reticencia a los cambios es consustancial a los sistemas educativos, pero siempre hay quien está dispuesto a arriesgar en la vanguardia. Llegará un momento en que las políticas puestas en marcha por el Plan de Calidad no sean coyunturales y tendrán carácter general, pero primero hay que pasar por los procesos de experimentación cómplice.

-¿Aprobaría una prorroga de la prejubilación incentivada?
-Desde que empezó la jubilación LOE, en 2005, nosotros hemos jubilado a 9.966 profesores por ese sistema. Eso nos ha permitido rejuvenecer nuestra plantilla docente, no sólo en términos biológicos. También hemos incorporado a los centros a personal con un nivel de formación distinto, por ejemplo, para el bilingüismo. Yo soy partidario de la jubilación anticipada en los términos en los que está. La sociedad debe entender que no es una decisión que se toma sobre una sola persona, también afecta al conjunto del sistema. Al sistema le viene bien, en su conjunto, esa medida.

-O sea que no está a favor de prorrogar la edad de jubilación de los profesores a los 67 años...
-No, no, no. A partir de cierta edad, de sesenta y pocos años, tener una clase de niños pequeños puede convertirse en algo muy difícil.

-¿Mantienen su postura de renovar al 100% de profesores que se jubilen este año? Pese a ser contrario a la legislación básica...
-A ver. Andalucía va a cumplir la ley, y la ley es la de su presupuesto. Esa ley dice que son servicios esenciales. Es nuestra decisión firme: vamos a cubrir la reposición total de los profesores que se jubilen y crearemos 680 plazas más. El Gobierno tendrá que entenderlo. Y lo explicaremos. Necesitamos el 100%.

-Zapatero dice que si las autonomías no cumplen el control del gasto público, el Gobierno intervendrá. ¿No es hora de ceder?
-Insisto: Vamos a hacerlo, porque es un servicio esencial y lo ha dicho nuestro Parlamento. Y si el Estado tiene algo que decir, lo dirá.

-¿Se meterá en un litigio con el Estado en un año electoral?
-Eso hay que preguntárselo al Gobierno de España. Nosotros lo vamos a hacer. Muchas de nuestras políticas educativas se fundamentan en la necesidad de que ingresen profesores nuevos al sistema, con conocimientos y cualificación distinta. El plan de bilingüismo no sería posible si no entraran nuevos profesores especializados en idiomas. Supongo que el Estado lo entenderá, y si no, ellos son los que tendrán que recurrir nuestro Presupuesto.

-¿El presidente Griñán está por la labor de echar ese pulso?
-No lo vemos como un pulso.

-Entonces, ¿cuántas plazas saldrán a concurso en junio?
-No sé. El año pasado fueron más de 3.000. Más las 680 de nueva creación. La gente sabe que es el último año de jubilación LOE, y eso podría incrementar considerablemente el número de prejubilados.

-Dice estar dispuesto a modificar los Reglamentos. ¿Qué se plantean cambiar? Apenas llevan un año en vigor...
-Por ahora, no hay datos de que los ROC hayan mejorado o empeorado algo. Pero no somos dogmáticos y todo lo que sea susceptible de mejorar, lo cambiaremos. Aspectos cuya interpretación pueda generar problemas se precisarán de forma mucho más concluyente y clara.

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