Si pudieran hablar, los más presumidos pedirían que los vistiesen de ¡Manolito por Dios!
¿Recuerda aquel horrible lazo que su madre le obligó a llevar en el pelo hasta que hizo la Primera Comunión y que tanto odiaba? ¿Aún sueña con los pantalones cortos a cuadros y los calcetines que le tocaba llevar cada domingo? Todos hemos sido niños y quien más y quien menos tiene algún trauma por culpa de los modelitos que papá y mamá no perdonaban porque estábamos monísimos de la muerte.
Para que no acabe haciéndole pasar a sus hijos lo que -llenos de amor, eso sí- sus padres le hicieron pasar a usted, dos mujeres que también son madres han abierto una tienda en Sevilla a la que todos los bebés de la ciudad pedirían que les llevaran si pudieran hablar. Su plan es llamar la atención de los padres más modernos que no quieren que sus hijos vistan siempre como bebés y para ello no han escatimado en imaginación.
Ni el nombre tiene desperdicio porque ¡Manolito por Dios! no es la última frase de moda sino que es así como han bautizado a la tienda. Tampoco es muy frecuente la decoración -las paredes son negras- ni los productos que venden porque lo mismo encuentra un chupete con una calavera que un peluche de lo más tierno o ropa de camuflaje. "Queremos que las madres tengan complementos donde elegir", cuenta Larraitz Linacero. "Muchas de las marcas que tenemos, además, son exclusivas aquí en Sevilla e incluso en España", añade Rocío Muñoz, su socia.
Menaje, juguetes, ropa de baño y todo lo necesario para niños de cero a cinco años e incluso para prematuros "para los que hay poca oferta en la ciudad". También han pensado en el bolsillo de los padres "porque a estas edades la ropa les dura poco más de varios meses". Por eso tienen artículos desde dos euros y los más caros no superan los 75.
Hace apenas un par de semanas que han abierto y ya están pensando en ofrecer más adelante un servicio de listas natales y decoración de habitaciones de bebés. Lo que está claro es que no quieren ser una tienda para bebés más y han habilitado incluso una zona de juegos para que las madres puedan comprar tranquilas. Bien pensado.
