Una vez más: 9 de marzo de 2008. Para quien no se haya enterado, elecciones en España. Y para quien ya lo sepa, depende. Del ámbito planetario contamos con gente que viene de Marruecos, Mauritania, Senegal, Rumanía, Rusia, Polonia, Alemania, Reino Unido, Ecuador, Argentina, Colombia, Perú? Rodeando el 10% de la población que habita España, millones de personas nacieron fuera de estas fronteras. Esto de nacer en un lugar determinado es asunto serio. No sólo condiciona fuertemente la suerte que te espera en la vida, puede ser también un estigma, una cruz de la que jamás te libres. En algunas ocasiones cabría esperar expresiones del tipo "Lo siento, no saben ustedes cuánto lo lamento, pero es que nací veinte kilómetros más abajo de Cádiz, en vez de dos mil más arriba de Huesca". Puedo ser listo o tonto, vago o trabajador, sensible o pétreo, buena gente o peligroso, ocurrente o aburrido? Ninguna de las características que pueden definir con sentido a una persona será una variable interesante para entender por qué, a pesar de vivir, trabajar y cotizar aquí, no puedo votar en las elecciones del 9 de marzo. Si al menos hubiera nacido en Polonia?
