Economía

Portugal, al borde del abismo

Sócrates dimite tras el rechazo a los recortes que evitaban el rescate comunitario

el 23 mar 2011 / 22:10 h.

Sócrates, ayer.

Portugal podría seguir la estela de Grecia e Irlanda en breve. El Parlamento luso tumbó ayer el plan de medidas de ajuste del primer ministro portugués, José Sócrates, con el que pretendía hacer frente a la crisis económica, cumplir con las exigencias de la UE y evitar así un rescate. Este rechazo provocó la inminente dimisión del mandatario, que convocó elecciones legislativas anticipadas.

De este modo, la oposición en bloque tumbó en la Asamblea de la República de Portugal la última actualización del Programa de Estabilidad y Crecimiento (PEC) con el que el Gobierno luso esperaba aumentar la confianza de los mercados.

El Parlamento aprobó cinco resoluciones de rechazo al Programa de Estabilidad y Crecimiento, propuesto por el Gobierno, incluidas en los documentos presentados por PSD, CDS-PP, PCP, BE y Verdes. Todos los partidos de la oposición votaron favorablemente a estas resoluciones, dejando en minoría al Partido Socialista.

"Esta crisis política tiene consecuencias muy graves porque daña la confianza de las instituciones internacionales y los mercados", afirmó José Sócrates, responsabilizando a la oposición de "las consecuencias negativas que la crisis política traerá para las familias y empresas portuguesas".

Además, Sócrates criticó que los partidos hayan optado por votar en contra del plan sin presentar alternativas, y por hacerlo "en vísperas de un Consejo Europeo que es fundamental para el futuro de Portugal y del euro".

El plan de ajuste incluía nuevos recortes para alcanzar el objetivo de reducción del déficit público al 4,6% del PIB en 2011 y, para ello, proponía rebajar las transferencias a municipios y regiones, el gasto en empresas públicas y las prestaciones sociales de carácter no contributivo. Además, suspendía gran parte de la obra pública, creaba un impuesto especial de carácter extraordinario a las pensiones más altas y proponía nuevas reformas en el mercado laboral para reducir indemnizaciones por despido de 30 a 10 días para nuevos contratos.

La oposición votó en contra del paquete de medidas pese a que éste ya cuenta con el respaldo de la Unión Europea, como expresaron el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, y el presidente del Banco Central Europeo, Jean-Claude Trichet, el mismo día en el que éste fue anunciado por el ministro de Finanzas portugués, Teixeira dos Santos.

Fue el ministro de Finanzas portugués quien abrió el debate en la Asamblea de la República -que se alargó durante cinco horas-, avisando de que el rechazo del PEC "no aleja la necesidad de sacrificios" en el país. Es más, afirmó que ello situaría a Portugal en "una situación financiera todavía más grave de la cual resultarían sacrificios todavía mayores para los portugueses".

"La crisis no comenzó hoy, al contrario de lo que el Gobierno quiere hacer creer, para los portugueses ya comenzó hace mucho y es el resultado de la aplicación de medidas de derecha", recalcó.

Y esto no deja indiferente a España, ya que la exposición de sus bancos a Portugal alcanzó, a finales del tercer trimestre de 2010, los 108.600 millones de dólares (76.900 millones de euros), lo que supone un 33,7% de la total de la banca mundial, que era de 321.800 millones de dólares (227.900 millones de euros), según los datos del Banco Internacional de Pagos (BIS).

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