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"Potenciamos la exclusividad para huir de cadenas que quieren uniformarnos"

Ana Canales Hidalgo. Es la gerente de Tejidos José Antonio Canales, una empresa familiar que se dedica a la venta de telas de alta calidad y de la que es la tercera generación

el 10 nov 2012 / 20:16 h.

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Cuando su padre trasladó su negocio de telas a la Plaza Nueva, Ana Canales (Madrid, 1977) aún no había nacido. Años después, y a pesar de ser publicista de carrera, decidió seguir con la empresa familiar, una tienda de tejidos de alta calidad para las ocasiones más especiales.

-En su página web aseguran que son pioneros del buen vestir en Sevilla. ¿Qué significa eso exactamente?
-Somos un referente en el sector. Todo el que quiere algo muy especial para una ocasión también muy especial acude a nosotros porque se acuerda del valor añadido que generamos. Somos pioneros en exclusividad y en calidad.

-Además su firma es reconocida. Lleva muchos años en la capital hispalense...
-El negocio comenzó con mi abuelo y después mi padre montó el suyo propio en 1965. Soy la tercera generación. En un primer momento, mi padre comenzó a operar en la calle Tetuán, donde actualmente se encuentra Cortefiel. Poco después mi madre decidió montar una boutique en Plaza Nueva aunque decidió abandonar el negocio cuando comenzamos a nacer nosotros. Fue entonces cuando se trasladaron las telas a este local, en 1976.

-¿Es importante la situación estratégica con la que cuenta el negocio, en plena Plaza Nueva?
-Es fundamental. La gente, aunque esté sólo de paso, se fija en el negocio, y eso es una publicidad impagable.

-¿Cuál es el perfil de cliente que suele acudir a su tienda?
-En la actualidad, sobre todo señoras de mediana edad, ya que la gente joven, desgraciadamente, está hipotecada y cada vez consume menos. Normalmente acuden a nosotros señoras que son de buen vestir de diario y que buscan un buen traje de lana en invierno o un vestido camisero en verano, por ejemplo. Las jóvenes suelen venir para buscar telas para celebraciones especiales, como el caso de las bodas.

-¿Tiene contacto directo con modistas para aconsejar a sus clientas?
-Nosotros aportamos los tejidos y el asesoramiento, pero el tema de quién hace la prenda es muy delicado, porque puede no gustarle el resultado final y no queremos tener la responsabilidad sobre eso. En cualquier caso, quien se acerca a Canales suele contar con una modista de confianza e incluso viene con ella cuando hay cambio de temporadas para elegir las telas.

-¿Y es la clientela fiel?
-Es fundamental. Hay algunas que vienen de pueblos y si le vendemos una tela para una ocasión especial, ya no vendemos más a nadie para esa celebración, para que sea absolutamente exclusivo. Nos preocupamos por serlo para podérselo ofrecer a ellas.

-¿Es su negocio estacional?
-En Sevilla hay fechas muy señaladas en primavera, como la Semana Santa y la Feria de Abril. Además, es cuando más bodas se celebran, aprovechando el buen tiempo. Desde marzo hasta octubre es buen momento, quitando los meses de verano.

-¿Hay mucha competencia en el sector de las telas?
-En Sevilla hay varias tiendas de tejidos, pero no ofrecen nuestra calidad, sobre todo por el hecho de que están más centradas en la venta de telas para trajes de flamenca. Por ello, no se preocupan tampoco tanto por ofrecer exclusividad a la clientela con la que cuentan.

-¿Y el negocio de los vestidos para novias?
-El tema de las novias se está abriendo más por el tema de la crisis económica. De hecho, incluso ofrecen vestidos por 300 euros pero, ¿quién se los pone? Por eso se recurre mucho al hecho a medida. Todas tenemos nuestro ideal de vestido de novia y si no lo ves en ninguna tienda al final acabas haciéndotelo con una modista. Además, es más económico hacerlo por esta vía.

-¿De dónde son sus telas?
-La mayoría de Francia e Italia. Desgraciadamente, en España cada vez quedan menos fábricas de tejidos.

-¿No está el mercado inundado por telas procedentes de los países emergentes?
-Hay veces que te ofrecen tejidos procedentes de esos países a buen precio y de mucha variedad, pero duran dos días, porque los tintes no están bien asentados y no se pueden usar más de una vez. No compensa para nada renunciar a tejidos buenos para ahorrarte dos euros. Nosotros optamos por buscar la calidad, no miramos el precio.

-¿Es un negocio con futuro?
-Está revitalizándose. Por un lado, ayuda la búsqueda de la exclusividad, que es algo que queremos potenciar, ser más nosotros mismos, huyendo así de las cadenas de moda que quieren que vayamos uniformados. Por otro lado, en épocas de auge económico la gente compra más prendas, aunque sean de peor calidad. Ahora optan por tener a lo mejor una sola chaqueta pero que sea buena. Se estila más la calidad que la cantidad. Asimismo, cada vez hay más gente metida en el mundo de la moda y eso hace que el sector se expanda de una forma importante. Ya no son solo modistas, sino que surgen muchos diseñadores, que también son clientes objetivos nuestros.

-¿Los diseñadores siempre optan por telas buenas?
-Depende. Los diseñadores de toda la vida sí, porque tienen su clientela que acude a ellos porque quieren lo mejor, pero los jóvenes que empiezan no suelen tener la posibilidad de invertir en telas de calidad.

-¿Es difícil mantener un negocio como el suyo con los tiempos que corren?
-No dan facilidades. Te suben los impuestos y no ofrecen ayudas de ningún tipo, así que todo se complica. Nuestra infraestructura es cara porque tenemos que realizar inversiones altas que no sabemos si nos van a revertir. Además, cada año debes renovar las telas para ofrecer algo distinto.

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