El pasado jueves se produjo el primer pleno del llamado tripartito que gobierna la localidad de Mairena del Alcor. La jornada se esperaba con bastante expectación por parte de los vecinos de la localidad, que llenó las localidades de la sala de la Villa del Conocimiento y Las Artes especialmente habilitada para la ocasión. La sesión, de carácter extraordinario, estuvo marcada por el buen ambiente reinante entre los ediles. Hubo debate en determinados puntos, como no podía ser de otro modo, pero siempre con cierto tono afable de cordialidad, dando así muestras, gobierno y oposición, de un respeto mutuo, al menos en cuanto a formas y palabrerío.
Se confirma el acuerdo entre tres partidos en principio alejados entre sí: PP, IU y PA. IU sigue apoyando abiertamente al PP, siguiendo la decisión de sus bases que así lo votaron en asamblea, aunque en contra de los dictados piramidales de su propio partido, que dejaron claro que sancionarían a los rebeldes que apoyaran al PP fuera donde fuera. Actualmente, sigue abierto el expediente de expulsión del Partido Comunista de los dos concejales que con su voto permitieron la designación de Ricardo Sánchez como nuevo alcalde de la localidad, por lo que podrían pasar al grupo mixto.
Mairena del Alcor se convierte así en el mayor pueblo de la provincia en el que existe abiertamente un acuerdo de gobierno entre ambos partidos, siempre apoyados también por el PA, fundamentales también ante el nuevo cambio de gobierno. IU, además, sale reforzado del acuerdo, pues obtiene la primera tenencia de alcaldía y las áreas de Urbanismo, Igualdad, Servicios Sociales, Participación Ciudadana y Deportes.
Mientras tanto, el PSOE no pronunció durante el transcurso del pleno ni una sola palabra contra el pacto que le ha relegado a la oposición, pese a ser la fuerza más política más votada.
Así pues, la pluralidad parece haber entrado de lleno en el ayuntamiento. PP, IU y PA confirmaron que su idea de gobierno es sólida y no es flor de un día. Los tres partidos secundaron al unísono cada uno de los ocho puntos establecidos en el orden. Cada grupo aportará su manera de hacer política, y ello obligará a que siempre exista consenso en cada paso dado, por pequeño que sea, lo que siempre es positivo, pues enriquecerá el diálogo entre posturas a priori diversas.
La premisa está clara: programa. Las ideologías quedan difuminadas en pleno siglo XXI, y lo que verdaderamente hace la política en los municipios son los proyectos. Los tres partidos, por cierto, tienen a priori bastantes más puntos en común de lo que se pueda llegar a pensar. La principal idea que persiguen, ante todo, es abrir las puertas de los despachos del ayuntamiento hacia el exterior, punto más criticado por la ciudadanía al anterior equipo de gobierno. De momento, en 14 días, se han hecho públicos ya 37 puestos de trabajo mediante una bolsa de contratación.
Así las cosas, el consistorio se inmiscuirá más que nunca dentro de la conocida popularmente como Plaza de las Flores, centro neurálgico de la ciudad, para así hacer partícipes a todos los ciudadanos de la vida política del pueblo. Al menos esa es la teoría. Ahora sólo falta grabar los plenos en televisión. Todo se andará. Esa idea de extender a la ciudadanía la política se hizo patente durante el pleno. Buena parte del público, como si estuviera presente en un mercado, intervenía, reprochaba o aplaudía según gustos.
El primer punto que conllevó debate fue el del nombramiento de los representantes del Ayuntamiento en diversos órganos , como la Gerencia de Urbanismo. Santiago Ortega –PSOE– aseguró que a su grupo llegó tarde la comunicación de la celebración del pleno y su orden del día.
El alcalde Ricardo Sánchez tomó la palabra para aclarar que un “error humano” de la funcionaria produjo ese retraso en la comunicación, punto que refrendó la secretaria municipal.
