La República Checa asumió ayer, casi un lustro después de su integración en la Unión Europea, la batuta comunitaria al frente del Consejo de Ministros de la UE, en medio de la violenta crisis en Oriente Próximo. El primer ministro, Mirek Topolanek, confirmó que la República Checa organizará y encabezará una misión de paz para tratar de lograr una tregua entre israelíes y palestinos.
La misión, que integrará, entre otros, el alto representante de la UE, Javier Solana, es una iniciativa que "depende de la UE" y que no contará con la ayuda de EEUU debido al relevo en la Casa Blanca, explicó el jefe de Gobierno. El presidente saliente de la Unión, Nicolas Sarkozy, visitará Oriente Próximo el lunes.