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"Preferiría que el 99% del público que viene fuera heterosexual"

Codirector del Festival Andalesgay. Es también responsable de la Fundación Triángulo en Andalucía.

el 16 nov 2012 / 20:57 h.

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A la sombra de otros fastos culturales mayores, el Festival Internacional de Cine Lésbico y Gay de Andalucía (Andalesgay) alcanza este año su octava edición con una programación que se extenderá hasta el próximo 25 de noviembre y que también da cabida a propuestas de ficción en las que transexuales y bisexuales pueden verse igualmente retratados. Raúl González es el presidente de la Fundación Triángulo en la comunidad y corresponsable de una selección de títulos cuyas historias aspiran a resultar tan universales como la mayoría de los cuentos de amor que inundan semanalmente la cartelera.

-Ocho años después del alumbramiento, ¿en qué punto se encuentra el festival?
-Nos ha costado encontrar el punto de arraigo necesario, pero ya lo hemos conseguido. Desde 2008 no dejamos de crecer y la gente llena las proyecciones. Este año hemos intentado que la selección de películas sea, de alguna manera, más alegre. Porque, aunque es cierto que los espectadores se identifican muy fácilmente con el drama, comienza a haber una generación que no ha vivido ningún trauma por su condición sexual y que también quiere verse retratado en una pantalla de cine.

-¿Acude el público heterosexual a un certamen temático como el vuestro?
-Sí, lo hace, pero no viene todo el que quisiéramos. Si por mí fuera, preferiría que el 99% del público que acude a ver estas películas fuera heterosexual. Porque si algo nos interesa especialmente, es lograr algo más allá del respeto. Queremos que el conjunto de la población nos comprenda y comparta con nosotros nuestras necesidades.

-¿Es esa quizás la finalidad última de Andalesgay?
-Cuando celebramos la primera edición un periodista nos deseó suerte y larga vida al festival. Le dije que ojalá que no. Hoy un festival de cine de temática LGTB (lésbico, gay, transexual y bisexual) es menos necesario que hace ocho años. Y deseo que dentro de 40 años no existamos, sería porque hemos conseguido mezclar nuestros relatos con los del resto de la sociedad y porque la cartelera propone, con cierto equilibrio, películas que nos retratan. Tenga en cuenta que sólo en Sevilla existe un 10% de la población que pertenece al colectivo al que representamos.

-¿Nunca se han propuesto establecer alguna sinergia con el Festival de Cine Europeo como forma de dar una mayor visibilidad a vuestro certamen, que viene a continuación?
-La verdad es que no. Quizás porque, por fortuna, el SEFF siempre ha sido especialmente atento con las películas de temática LGTB y habitúa a entrar más de un título en su programación.

-Sin embargo, las películas que proyectan suelen estar muy focalizadas en las relaciones humanas, todavía está por ver una película de terror donde el asesino sea un gay...

-Tiene razón, tiene razón. Hay muy poco cine de género protagonizado por gays o lesbianas y casi todo se focaliza en relatos de amor, o en dramas sobre la aceptación de la sexualidad. Poco a poco comienzan a realizarse otro tipo de propuestas. Por ejemplo, hay una película relativamente reciente, Tormenta de verano, donde la definición del homosexual no es especialmente positiva. Pero eso es bueno. Es perfecto que no se nos dibuje siempre como gente simpática, guapa y limpia. Porque eso es deformar la realidad. Formamos parte de la sociedad y en nuestro colectivo hay personas de todas las condiciones posibles.-Hablamos de cine LGTB, pero, como espectador, ¿se siente excluido cuando va al cine convencional y contempla historias heterosexuales?

-¿Se siente excluido usted cuando va a ver Lo imposible y le cuentan el relato de unas personas azotadas por un tsunami?

-Probablemente ni usted ni yo hemos vivido nunca esa experiencia, pero empatizamos con los personajes. Lo que ocurre es que el cine convencional está lleno de películas de tsunamis (es decir, de historias heterosexuales). Y esto, al final, acaba siendo frustrante porque hay una parte importante de la población que jamás se ve retratada cuando va al cine, a la que nunca le hablan de las cosas que le preocupan y le emocionan.

-¿Recomendaría dos películas en proyección para un público no militante ni relacionado con su causa?
-Sí, Keep the lights on, de temática gay; y Cloudburst, sobre dos ancianas lesbianas. Ambas representan a la perfección el tipo de cine que proponemos.

-¿De dónde sale el presupuesto para el Festival?

-De la Junta de Andalucía y de la propia Fundación Triángulo. También, y sobre todo, de donantes, personas que aportan su dinero para que Andalesgai sea una realidad. Y en esto se da una paradoja, la mayoría son personas extranjeras que viven aquí. A los españoles en general les cuesta muy poco entregar su tiempo a una causa pero mucho el prestar ayuda económica.

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