No hay nada como chequear periódicamente el estado anímico de los barrios de la ciudad. Nos podemos encontrar de todo, como es lógico. Pero la preocupación que hemos detectado en Triana a raíz del asesinato de la persona que gestionaba el bar La Pará no la esperábamos. Sobre todo, porque creíamos que era un hecho puntual, duro y terrible donde los haya, pero aislado.
Sin embargo, vecinos del entorno de la calle Castilla nos han explicado cómo hace pocos días atracaban un supermercado que hay en la zona a las 12.30 del mediodía, ó cómo robaban en un bar cercano llevándose los ladrones 90 euros de la caja, y amenazando a los clientes con un punzón para que les dieran todo los que llevaban.
No son normales tantos hechos delictivos en tan breve espacio de tiempo. Por ello, sería recomendable escuchar a estos vecinos e incrementar la presencia policial en la zona. No es bueno que se sientan desprotegidos, porque reconocen sentir miedo. Y algo hay que hacer.
Periodista
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