Las horas previas al partido han estado marcadas por dos incidentes extradeportivos que han causado una gran preocupación en el plantel, y que han tenido a Luis Fabiano y Andrés Palop como protagonistas. En la noche del viernes, unos ladrones, pistola en mano, atracaron a la familia del brasileño en su domicilio de Montequinto aprovechando que se encontraba en la ciudad deportiva entrenándose junto a sus compañeros. Los asaltantes se llevaron dinero y efectos personales tras intimidar a su esposa, sus hijas y su asistenta. Afortunadamente, salvo el enorme susto y el estado de nervios que acusó el jugador al llegar a casa, no hubo que lamentar más desgracias.
Pero no queda ahí la cosa. La madrugada anterior, el domicilio de Palop fue objeto de un intento de robo, si bien finalmente no llegó a consumarse. El portero, que se encontraba durmiendo en ese momento junto a su familia, se despertó al escuchar ruidos, se levantó, se dirigió a la puerta y al tratar de abrirla se quedó con el pomo en la mano, ya que había sido forzada, y auyentó con su presencia a los ladrones.
Ante esta situación, el Sevilla ha decidido tomar cartas en el asunto y se ha puesto en contacto con Delegación de Gobierno y la Guardia Civil para que los domicilios de los jugadores se encuentren vigilados a la espera de buscar una solución definitiva al problema. Ayer, el propio presidente de la entidad, José María del Nido, se personó en la sesión que el equipo tuvo por la mañana, previa al partido, para transmitir tranquilidad a los jugadores, cuya preocupación es innegable, ya que resulta muy fácil para cualquier persona saber si se encuentran o no en casa.
Pese al susto vivido tanto por Luis Fabiano como Palop, especialmente importante en el caso del brasileño al haber estado su familia intimidada a punta de pistola, ambos se pusieron ayer a disposición de Manolo Jiménez. Ya por la mañana, Luis Fabiano dejó claro a Jiménez que podría contar con él frente al Zaragoza.
El robo sufrido por el jugador de Sao Paulo no es el primero a un jugador nervionense. En su etapa como jugador del Sevilla, Julio Baptista también fue víctima de los ladrones en su domicilio particular del barrio de Nervión.
