La cadena de ropa Primark, especializada en moda low cost o de bajo coste, mantiene su intención de implantarse en la capital sevillana, pero rastrea ya ubicaciones alternativas a la avenida de la Constitución ante las fracasadas negociaciones para abrir su primera tienda de la provincia en la antigua sede del Banco de Andalucía, haciendo esquina con Plaza Nueva.
Fuentes financieras explicaron que ha habido dos operaciones fallidas. De un lado, Banco Popular no ha cerrado la prevista venta de un conjunto de activos inmobiliarios, entre ellos este jugoso edificio hispalense, a un fondo de inversión extranjero. Y de otro, tampoco han fructificado los contactos para la instalación de Primark en régimen de arrendamiento de larga duración. El banco busca otros compradores. Stand by.
No en vano, las fuentes indican que la pretensión de Banco Popular era hacer caja (liquidez) con la enajenación de la antigua sede social del Banco de Andalucía -hoy vacía, sin actividad alguna-, y tan sólo se planteaba el alquiler como última opción. La idea era vender el edificio al grupo extranjero -en principio, de origen suizo- y que éste tuviera ya garantizada la presencia -y, por tanto, los ingresos- de un inquilino: la multinacional irlandesa de moda barata.
Consultada ésta al respecto, ni confirma ni desmiente, pues sólo habla "cuando las operaciones ya están cerradas". Eso sí, fuentes de la compañía aseguran que está intacta su intención de implantarse en Sevilla y, para ello, se están sopesando "alternativas" en distintas partes de la capital. Cabe recordar que Primark sólo posee cuatro tiendas en la comunidad andaluza: Algeciras, Jerez de la Frontera, Córdoba y Málaga. Y son todo un éxito de público, que se ha acentuado en los últimos años debido a la crisis económica.
Mientras, fuentes comerciales apuntan que esta firma de ropa no ceja en su empeño de instalarse en el Centro y no querría salir hacia el extrarradio, como es el caso del Primark jerezano, radicado en un parque comercial. Sin embargo, sí tendrá que hilar fino su proyecto, en concreto en el número de metros cuadrados de sala de venta, ya que la Junta de Andalucía prohíbe la apertura de nuevas grandes superficies en el Casco Histórico. El edificio de la avenida de la Constitución suma 8.000 metros cuadrados construidos en seis plantas en altura, entreplanta y sótano. La legislación autonómica fija en 2.500 el umbral para hablar de gran superficie comercial.
El límite se podría esquivar con una combinación de negocios en el edificio -por ejemplo, oficinas-, al tiempo que a esos 8.000 metros cuadrados habría que restar todo aquello que no fuera superficie de venta. Desde Urbanismo del Ayuntamiento ya se había otorgado permiso para la remodelación interior del edificio y tenía gran interés en que la operación fructificara.