Ocho días después de ser designado presidente del PP andaluz, el 30 de julio de 2012, Juan Ignacio Zoido fue recibido en el palacio de San Telmo por el entonces presidente de la Junta, José Antonio Griñán. Su sucesor en el PP-A, Juan Manuel Moreno, tardará en hacer el mismo recorrido diez días. La presidenta Susana Díaz le abrirá hoy las puertas de la sede del Gobierno andaluz donde los populares llevan 30 años intentando entrar y quedarse para mantener la primera reunión institucional con el líder de la oposición y, a la sazón, su principal oponente en las elecciones autonómicas.
Del primer encuentro entre Griñán y Zoido, que se alargó dos horas, surgió un compromiso de «lealtad» para rebajar la confrontación y consensuar acuerdos en materia de empleo. Ambos dirigentes pactaron una agenda de reuniones Gobierno-oposición, y pusieron a sus equipos a trabajar juntos en fórmulas de consenso sobre los Presupuestos de 2013 y la falta de liquidez de ayuntamientos. Zoido dejó en la mesa de Griñán una carpeta con medidas para ahorrar mil millones de euros en el sector público eliminando «gastos superfluos», y a cambio se comprometió a mediar con los ministros de Empleo y Hacienda para agilizar la dotación de políticas activas de empleo y colocar deuda andaluza autorizada en los mercados. Visto ahora con perspectiva, aquellos compromisos quedaron diluidos con la trifulca política diaria.
En la cita de hoy también está previsto que Díaz y Juan Manuel Moreno intercambien propuestas, reclamaciones y reproches, y ambos han adelantado que su prioridad es abordar la mejor fórmula para recortar la tasa de paro (35%). La presidenta utilizará a Moreno como correa de transmisión para trasladarle a Mariano Rajoy una serie de medidas que ella ya le llevó a la Moncloa, sobre todo la solicitud de un plan especial de empleo para Andalucía como el que se autorizó en Extremadura y Canarias. El líder del PP-A es reacio a esta petición, y llevará su oferta de pacto de empleo que integre a empresarios, sindicatos y ayuntamientos. El PP cree que la estrategia de la Junta contra el paro no está funcionando, y propone una agenda de reformas «para que Andalucía no quede descolgada una vez más de la recuperación económica que ya empieza en España». En la carpeta de Moreno viajan muchas de las medidas de Zoido que no fueron atendidas, como el plan de ahorro en la administración.
Dificultades. Lo que dificulta el diálogo entre Díaz y Moreno es, evidentemente, que ambos son rivales políticos en las postrimerías de una larga carrera electoral. Las europeas del 25 de mayo son la primera prueba con las urnas de la presidenta y del recién llegado líder del PP-A, que ya ha dicho que se las tomará «como si fueran autonómicas». Los dos han cogido el timón de sus naves por el abandono de sus predecesores y todavía no han sido ratificados por los votantes. Ambos personalizan la confrontación Gobierno-Junta, un pulso cuya máxima expresión son los nueve recursos de inconstitucionalidad que Andalucía ha interpuesto contra las políticas de Rajoy; y los otros seis que el Gobierno ha presentado contra medidas de la Junta. Como consecuencia, hay normas en materia de vivienda, educación, sanidad y asuntos sociales paralizadas en los tribunales.
Agravios. Díaz también quiere consensuar una posición común sobre el nuevo modelo de financiación autonómica que el Gobierno negociará en breve con las comunidades. Esta semana, PSOE e IU llevarán al Parlamento una propuesta que busca reeditar la alianza con el PP en materia de financiación, para que de Andalucía surja una posición unánime de todas las fuerzas de cara a la futura negociación. Hace unos días, la Junta se quejó al Gobierno de que la mala aplicación del sistema actual ha causado un perjuicio de 2.800 millones de euros menos entre 2009 y 2011.Moreno comparte que Andalucía está infrafinanciada, pero echa la culpa al Gobierno de Zapatero, que aprobó el modelo, y no dejará que las reclamaciones por deudas pasadas las asuma ahora Rajoy.
Entre los temas a tratar también estará un pacto de regeneración democrática y por la transparencia, que debería concretarse en la publicación de las cuentas de los partidos políticos de los últimos diez años. PSOE y PP no dejan de lanzar la pelota al tejado del otro desde hace meses; los problemas educativos y la elevada tasa de abandono escolar que denuncia el PP; el corredor ferroviario del Mediterráneo; la distribución de los fondos de la Política Agraria Común (PAC), en el que Andalucía se ve perjudicada (percibirá 1.800 millones, 560 menos) estarán en la mesa. Tras la reunión, comparecerán por separado Moreno (Zoido lo hizo en San Telmo, aunque Javier Arenas solía trasladarse a la cercana sede del PP-A) y algún miembro del Consejo de Gobierno.
