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Primeras víctimas de Plaza Nueva

Los 52 empleados públicos de Sevilla Global serán despedidos por una deuda inferior a los 70.000 euros.

el 22 jul 2012 / 19:19 h.

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Los alumnos de uno de los talleres prelaborales de Sevilla Global piden que se mantengan sus programas formativos.

En el pleno del próximo viernes, el Ayuntamiento de Sevilla anunciará la redistribución de las funciones de Sevilla Global en otras delegaciones municipales. Entre sus consecuencias estará el despido de 52 empleados públicos que no serán recolocados en ningún otro puesto del Consistorio y que, ahora, cuando están apunto de perder su trabajo denuncian la saturación de la delegación de Economía y Empleo -a la que probablemente irán destinadas sus funciones- e incluso la posibilidad de que éstas lleguen a ser privatizadas.

Esta situación "extrema" se remonta hasta el pasado mes de abril. Desde entonces, sus trabajadores llevan reclamando soluciones que no supongan la disolución de Sevilla Global y, lo que es más importante para ellos, la pérdida de sus puestos de empleo. Hasta el momento no han encontrado respuesta alguna por parte del gobierno municipal, sólo buenas intenciones manifestadas por el delegado de Economía y Empleo, Gregorio Serrano, "que se mostró incapaz de aportar ninguna solución, indicando que se trataba de un tema que excedía sus atribuciones". A pocos días de que se consumen los peores augurios, sólo les resta solicitar una reunión con el alcalde en la que apurar las últimas opciones de viabilidad que, garantizan, son reales.

"Estamos agotados psicológicamente", relataba uno de los miembros del comité de empresa. Para ellos, "lo más asombroso de este proceso es que la posibilidad de diálogo ha sido imposible", por lo que albergan pocas esperanzas de que el alcalde llegue a recibirlos antes del pleno. Su intención es la de presentar en ese encuentro un Plan de Viabilidad de Sevilla Global y un abanico de soluciones para pagar a los proveedores que no supongan la "destrucción innecesaria" de los puestos de trabajo.

En su pliego de condiciones para evitar la disolución de la empresa, los trabajadores cifran la deuda del año 2011 -el primero con pérdidas en sus 12 años de historia- en unos 68.000 euros, correspondiente a facturas en trámite que se deben abonar en un plazo de tres meses. Una cantidad que consideran "irrisoria" frente a su capital social de 600.000 euros y a un patrimonio neto cifrado en cuatro millones. Aquí es donde está la disparidad de criterios con el Ayuntamiento. El PP asegura que las pérdidas de este ejercicio superan los 3,7 millones de euros, incluyendo en la cifra la cantidad derivada de la depreciación del Parque de Arte Sacro que, bajo el criterio del comité de empresa, "no se puede computar para disolver una sociedad".

La disparidad de criterio aplicada por el gobierno municipal frente, por ejemplo, a la deuda acumulada por Giralda TV, otra de las empresas municipales con una alta carga de facturas por abonar, ha hecho que los trabajadores de Sevilla Global se consideren unas "víctimas políticas" de este proceso. Entrando en detalle, la televisión municipal debe hacer frente a unos impagos que superan los 5,5 millones de euros, distribuidos en 771 facturas. Una cifra ocho veces superior a la deuda que reconocen los empleados en Sevilla Global.

"Son despidos políticos que vulneran los derechos de los ciudadanos a la no discriminación ideológica", indicaron con dureza los miembros del comité. Es ésta la única explicación que hallan para un proceso de disolución de una empresa cuya deuda actual supone tan sólo el 0,1% de los 60 millones de euros que adeuda el Ayuntamiento al conjunto de sus proveedores. "No entendemos que haya que pagar las deudas a costa de destruir los empleos del 1% -hay 5.000 en el Consistorio- de los trabajadores municipales".

Por el momento y mientras esperan que el alcalde los reciba para tratar el tema, centran sus esfuerzos en valorar la posibilidad de judicializar el proceso para pedir la nulidad del Acuerdo de Disolución y la suspensión cautelar de su aplicación. Son las últimas opciones de este medio centenar de personas que, paradójicamente, buscan mantener su trabajo tras dedicar doce años de su vida a la formación y creación de empleo.

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