La posible renovación de Francisco Chaparro sigue siendo el principal foco de la actualidad verdiblanca. Anda el técnico obsesionado con que se solucionen algunas cuestiones y el club desea que firme ya el contrato perfilado para ultimar el proyecto de la próxima temporada. El pulso se mantiene y de momento no hay visos de solución.
Francisco Chaparro fue premiado ayer por el portal El Desmarque por su labor al frente del Real Betis en una temporada que finaliza el próximo domingo. No quiso hacer declaraciones a los muchos medios presentes, pero sí tuvo un discurso que sonó a despedida. El trianero agradeció el trabajo de los jugadores afirmando que "ellos son los que han puesto el máximo para que en esta jornada que va a ser trágica para algunos equipos nosotros nos hayamos salvado a tiempo".
Fueron las únicas palabras del trianero, que sigue sin firmar el contrato que debe unirle con el Betis para la próxima temporada. Chaparro ya aclaró hace algunos meses que él es un entrenador que primero quiere un proyecto y luego firmar su contrato, mientras que la evolución de las cosas hasta este momento es radicalmente distinta. En el club desean que Chaparro, que en principio cuenta con el apoyo de casi todos los estamentos de la entidad, firme su contrato y se deje de proyectos, pues ultimar la planificación de la plantilla se haría siempre después de su firma.
El contrato está redactado y pone en manos del técnico un fijo de cerca de 500.000 euros netos por un año de contrato, además de otros 500.000 de prima si el Betis logra clasificarse para jugar una competición europea. Además, y como ya ha quedado constatado, Chaparro ha renunciado a una prima por la permanencia cifrada en 250.000 euros. Pero no es el dinero lo que preocupa al técnico. Por ejemplo, en estos momentos está obsesionado con que comiencen las obras de la ciudad deportiva, algo que considera fundamental para el trabajo con sus jugadores. Y resulta que estas obras todavía no han comenzado, aunque desde el club se le ha indicado que en breve comenzarán a ejecutarse.
A esta obsesión con las obras se le unen una serie de opiniones que tiene el técnico acerca de la primera plantilla. Y aquí hay bastante tela por cortar.
Lopera y la secretaría técnica son conscientes de que deben existir cambios en la plantilla para no pasar apuros, pero con algunos condicionantes claros. En primer lugar, Ricardo y Odonkor son intocables, y eso choca con algunas ideas que tiene Chaparro. También pueden existir diferencias en torno a los fichajes a realizar, aunque las cuestiones de la plantilla todavía no han sido analizadas en profundidad. Lo que sí es una realidad es que Lopera está empezando a cansarse y el Betis recibe muchas propuestas. Se trabaja también en otras alternativas.
