Un aerosol, que imita el mecanismo de acción de la vacuna que erradicó la viruela, acaba de dar sus primeros pasos en el laboratorio como candidato para prevenir el sida. Eso sí, por el momento se llama a la cautela puesto que sólo ha demostrado despertar las defensas de los monos.
Aun así, es la primera vez que se ha demostrado que una vacuna inhalada es segura y genera una respuesta inmune fuerte y sostenida en el tiempo. De modo que el hallazgo ha sido suficientemente llamativo como para ser publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences. Los autores del trabajo, 20 científicos procedentes de 12 laboratorios europeos entre los que figura el Centro Nacional de Biotecnología del CSIC, destacaron que el aerosol presenta ventajas a la hora de generar una respuesta inmune. Esto es así ya que la mucosa del sistema respiratorio está en contacto con una gran cantidad de virus y, por ello, activa las defensas con rapidez.
No obstante, se trata de una investigación preliminar y los científicos tienen muy presente que la historia reciente de la lucha contra el sida está sembrada de vacunas fracasadas en fases más avanzadas de la investigación. Sin embargo, ya se ha demostrado segura, que no eficaz, en 40 personas sanas. Supone, de hecho, la primera vacuna de la iniciativa Eurovacc (destinada a crear una inmunidad contra el VIH) que se evalúa en humanos.
De ahí que los investigadores planeen efectuar un ensayo clínico en África, en el que se volverá a medir su seguridad y se comenzará a evaluar la eficacia de la fórmula en un mayor número de voluntarios.
