El Tribunal Supremo ha confirmado las penas de cuatro años y siete meses y de tres años de prisión que la Audiencia de Cádiz impuso respectivamente a dos guardias civiles por denuncias falsas a un vecino de uno de ellos con el que mantenía una relación de enemistad. En una sentencia, el alto tribunal desestima los recursos de ambos, que fueron condenados por delito continuado de falsedad en documento oficial. La sentencia de la Audiencia, confirmada por el Supremo, declaró probado que uno de los condenados, M.A.G., era vecino en una urbanización de Jerez de la Frontera de D.A.C. y que la relación de ambos no era buena, siendo frecuentes los problemas. Estos se agudizaron cuando en octubre de 2007 tuvieron que comparecer ambos en un juicio de faltas por intento de agresión y amenazas. La sentencia añade que cansado de este estado de cosas M.A.G., en una ocasión en connivencia con el otro acusado, J.M.Ch.O., suscribió denuncias contra su vecino por infracciones de tráfico que no pudieron tener lugar porque se referían a vehículos que no se encontraban donde ocurrieron los hechos. Agrega que también falsificó firmas de compañeros en boletines de denuncia que se referían a hechos que no tuvieron lugar. En concreto, le denunció entre octubre de 2007 y enero de 2008 por no hacer uso del obligatorio cinturón de seguridad, por estacionar sobre un paso de peatones y en dos ocasiones por no haber pasado la preceptiva inspección técnica de vehículos. Tras recibir la primera notificación, el perjudicado se dirigió a la Jefatura Provincial de Tráfico, donde le instaron a que denunciara los hechos ante la Comandancia de la Guardia Civil de Cádiz, lo que dio lugar a una investigación. La familia del perjudicado dejó su domicilio de Jerez en octubre de 2010 y las sanciones falsas no llegaron a ser pagadas por el afectado. El Supremo comenta que "lamentablemente no es el primer caso analizado" por la Sala de lo Penal de este tribunal "en el que se formulan denuncias de similares características por razones de enemistad personal". Además de las penas de prisión, M.A.G. y J.M.Ch.O. fueron condenados a cuatro y dos años de inhabilitación para el ejercicio profesional, respectivamente.
