La Audiencia de Córdoba ha condenado al vecino de Posadas Bartolomé G.C. a dos años y medio de cárcel por homicidio por imprudencia, al provocar la muerte de dos niñas que resultaron intoxicadas por un matarratas que usó en su vivienda y que se filtró por el desagüe de la cocina a la de las pequeñas, contigua a la suya.
La sentencia, hecha pública el jueves por ABC, revoca el fallo del juzgado de lo penal 2 de Córdoba, que absolvió al acusado de homicidio por imprudencia y le condenó sólo a pagar una indemnización de 303.020 euros a los padres y dos meses de multa con una cuota diaria de 60 euros, como autor de cuatro faltas de imprudencia leve, dos con resultado de muerte y otras dos de lesiones, ya que los padres también fueron intoxicados.
El padre de las niñas, José Arias, se mostró "satisfecho" con la sentencia "aunque no se le ha condenado a la pena máxima de prisión que le podría haber correspondido". El Fiscal pidió cuatro años y los padres apelaron a la Audiencia porque el juzgado "le absolvió de una falta grave" y la muerte de sus hijas, ocurrida en noviembre de 2006, "no puede considerarse una falta leve".
Arias recordó que el acusado "sabía lo que estaba haciendo e incluso tenía el producto almacenado en la vivienda sin autorización". El matarratas llevaba fosfuro de aluminio que en contacto con la humedad del aire, emana gas fosfina, altamente peligroso. La Audencia considera probado que conocía su toxicidad, pues era propietario de una empresa dedicada a la venta del producto, y el riesgo de filtración y no tomó la precaución de sellar el fregadero.
