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"Problemas administrativos" frenan la salida de los activistas

Israel asegura que una denuncia ante el Supremo impide todas las deportaciones.

el 02 jun 2010 / 17:18 h.

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Cientos de activistas de la Flotilla de la Libertad, entre ellos los tres españoles -Manuel Tapial, Laura Arauy y el periodista David Segarra- que habían sido arrestados por Israel, esperaban al cierre de esta edición su deportación en el aeropuerto Ben Gurión, cerca de Tel Aviv, que se realizará en seis aviones turcos. Sólo un avión medicalizado con dos activistas turcos heridos partió ayer rumbo a Turquía. Y es que el regreso a sus países de origen del resto de activistas se retrasó al denunciar la ONG turca IHH que faltaban 25 personas y otras tres continuaban detenidas. El Ministerio de Exteriores turco subrayó que "hasta que no esté a bordo el último de los retenidos los aviones no despegarán" de Israel, según informó la cadena NTV. Fuentes de la embajada turca en Ankara explicaron a Efe que otro de los motivos de esta demora se debe a la tardanza en subir a los heridos a los aviones médicos.

El Gobierno israelí, sin embargo, dio otra versión, al achacar la demora a "problemas administrativos". El portavoz del Ministerio israelí de Exteriores, Igal Palmor, explicó que uno de estos problemas es una petición presentada ante el Tribunal Supremo por organizaciones locales para impedir la salida de Israel de algunos activistas presuntamente implicados "en agresiones a soldados israelíes", durante el abordaje de la flotilla.

Estos activistas son parte de los 634 integrantes de la expedición marítima con ayuda humanitaria para Gaza asaltada por el Ejército israelí el lunes en aguas internacionales, con el resultado de al menos nueve muertos.

El ataque, según algunos de los activistas, fue violentísimo. Los soldados israelíes utilizaron porras, gases lacrimógenos, munición real y balas de goma durante el abordaje de la flotilla. "Los israelíes nos atacaron sin avisar después de la oración de la mañana", indicó Norazma Abdulá, que está entre los 124 activistas que cruzaron a Jordania ayer por la mañana. Este hombre aseguró que los militares israelíes mantuvieron atados durante más de 15 horas a los activistas, hasta que alcanzaron el puerto israelí de Ashdod. Una versión muy diferente a la aportada por Israel, cuyo Gobierno afirmó que los integrantes de la flotilla atacaron a sus soldados cuando abordaron el barco turco, obligándolos a disparar para defenderse después de que les golpearan y apuñalaran.

Este proceder de Israel se ha merecido la reprobación de la comunidad internacional. El Gobierno de EEUU, que ha sido algo tibio en su reacción, instó ayer a todas las partes a que den una respuesta "cuidadosa y meditada" al ataque a la Flotilla de la Libertad, donde, dijo, la situación es "inaceptable".

El presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, fue más contundente al indicar que espera que el Gobierno de Israel reflexione y "reaccione adecuadamente ante los requerimientos de la comunidad internacional". También destacó que "ahora la preocupación fundamental es el futuro inmediato de un posible diálogo de paz", ya que lo que ha pasado "no ayuda nada, no ayuda absolutamente nada". Además, la ministra de Defensa, Carme Chacón, exigió la apertura de "una investigación inmediata, completa, imparcial y transparente" que permita aclarar lo sucedido en el asalto a la flotilla.

Por su parte, el delegado general palestino en España, Musa Amer Odeh, aseguró que la Autoridad Palestina va a "perseguir judicialmente a los asesinos de los pacifistas" que murieron durante el asalto israelí y pidió la ayuda de organizaciones europeas para poder llevarlos ante la Justicia. A su juicio, si el Estado israelí hubiese sido juzgado por cómo actuó durante su ofensiva militar contra la Franja en el invierno de 2008-2009, la "tragedia" ocurrida el lunes en el barco turco Mavi Marmara se habría evitado.

La versión de netanyahu. Sin embargo, el Gobierno israelí sigue sin dar su brazo a torcer. El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, defendió ayer el asalto a la Flotilla de la Libertad como única salida para hacer valer el bloqueo a la franja de Gaza y evitar que armas iraníes lleguen al movimiento islamista Hamás. Netanyahu afirmó que la intervención militar forma parte de los "esfuerzos de proteger la seguridad" de los israelíes. "Hamás continúa rearmándose con armas iraníes. Nuestra obligación es evitar que esas armas entren por tierra, mar o aire", dijo el primer ministro israelí para justificar el bloqueo que su predecesor, Ehud Olmert, impuso a la franja hace cuatro años.
Este incidente ha alterado los ánimos en Parlamento israelí, donde en medio de la sesión estalló una trifulca entre diputados judíos y árabes, con empujones y gritos, cuando la parlamentaria Hanín Zoabi, que viajaba con los activistas, intentó hablar.


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