Raúl Pérez en su etapa como jugador. (Foto: Paco Puentes).
Enseñar lo que mejor sabes a las nuevas generaciones. Una metodología de lo más lógica y simple que hasta hace muy poco no se ha incorporado al baloncesto. Como casi todo en este deporte, en Estados Unidos fueron los pioneros de un sistema por el cual los jugadores una vez retirados se dedicaban a transmitir a los más jóvenes aquello en lo que más destacaban. ¿Puede haber en el mundo alguien mejor que Hakeem Olajuwon para explicar a un jugador el movimiento de pies y el lanzamiento de un pívot?
En un lenguaje algo más académico, a este sistema se le conoce como trabajo específico y es algo que quiere implantar la nueva dirección deportiva del Baloncesto Sevilla para la próxima temporada. ¿Quién mejor en la casa que Benito Doblado o Raúl Pérez para dar una clase magistral sobre lanzamiento exterior? Además de su trabajo fuera de la pista, ambos jugadores tendrán que volver al pantalón corto y las zapatillas para ofrecer su magisterio a los chicos de las categorías inferiores. Yo creo mucho en ese trabajo específico. También vamos a involucrar a Raúl y Benito en ese trabajo con la cantera. Son personas con una empatía muy importante, esa es una característica de la gente que tenemos dentro de la entidad, gente que sepa trabajar en equipo. El que piense en colgarse medallas, sea cual sea su parcela, que se vaya buscando otro sitio, apunta el director general, José Luis Galilea.
El filósofo estadounidense Ralph Waldo Emerson dijo una vez: Un profesor trabaja para la eternidad; nadie puede predecir dónde acabará su influencia. Ejemplos que constatan esta frase hay cientos en el baloncesto. El más cercano el de Zan Tabak y Felipe Reyes. Todos los que estuvieron cerca del día a día del Real Madrid en la época en la que el croata fue ayudante de Joan Plaza coinciden en certificar el salto de calidad de Felipe Reyes gracias al trabajo específico que llevó a cabo con el ex jugador de la Jugoplastica. Tal fue la buena impresión que Tabak dejó en el equipo blanco en ese cometido, que ahora vuelve a club con la misión de ser el profesor particular de los hombres altos del primer equipo y de la cantera.
A su imagen y semejanza, Audie Norris llega al Baloncesto Sevilla para hacerse cargo de esa misma función con los pívots. Audie viene con la misión de ser un hombre de club. Va a trabajar con los hombres altos tanto del primer equipo como de la cantera. Esa función se hace en Estados Unidos con gente como Hakeem Olajuwon o Pat Ewing.
En este ámbito de la enseñanza pormenorizada hay categorías, y las dos leyendas de la NBAforman parte de la aristocracia en este tipo de trabajo. La hora de trabajo individual con una de estos dos pívots de leyendas se paga a precio de oro. Ambos han sido importantes en la evolución de Dwight Howard. Norris ha sido un pívot que marcó una época en la ACB, a pesar de sus problemas físicos, dominó la liga.
