Engañados, confundidos y entre fuertes medidas de seguridad. Así se sintieron ayer los vecinos del Arenal y del entorno de Plaza de Armas que, al ritmo que iba marcando el semáforo cuando se ponía en verde, lograron consumar, a duras penas, sus protestas por los problemas que ambos colectivos mantienen en sus respectivos aparcamientos públicos.
Aseguraban tener las autorizaciones de la Subdelegación del Gobierno para cortar el tráfico, aunque los efectivos de la Policía Nacional desplazados a la zona frustraron sus intenciones. Algo que, según confesaron los residentes, no les fue notificado.
Los momentos más tensos se vivieron en el Arenal. Allí hubo forcejeo entre los manifestantes y los agentes, que les invitaron a disuadir la protesta y a dejar libre el Paseo Colón. "La Subdelegación del Gobierno ha conculcado el artículo 8 de la ley orgánica de manifestación. Lo denunciaremos en el juzgado de guardia", no dejaba de repetir el presidente de la asociación vecinal Torre del Oro, Antonio Fernández.
Sentado en una silla plegable de madera y escoltado por dos de sus corpulentos nietos, Fernández se apostó en la boca de entrada del parking del que el próximo 1 de febrero serán desalojados 133 residentes. "De aquí no me mueven", sentenciaba.
Al más puro estilo de Gandhi, el portavoz vecinal resistió los continuos requirimientos de la Policía Nacional aferrado a su bastón. "Han venido cerca de 20 agentes con sus pistolas y porras. Sólo es una manifestación pacífica", criticaba mientras contemplaba cómo una decena de vecinos cortaban intermitentemente el tráfico en el Paseo Colón cada vez que el semáforo se ponía en verde.
Al frente de la pancarca en la que se leía Para vivir en el Centro necesitamos nuestros aparcamientos estaba Lilyane. Ella es una de las afectadas, que lleva desde 2004 con una plaza: "Y ahora, ¿qué hago con el coche? Nos dieron más plazas a los vecinos cuando no era rentable como rotatorio y, ahora, que es un negocio con la peatonalización del casco histórico nos las quieren quitar". La empresa Sando tiene una propiedad administrativa sobre el aparcamiento. Ahora pretende convertir en rotatoria la tercera planta. Entonces sólo quedaría una para residentes: la cuarta.
La reivindicación de los vecinos del Arenal no sólo pasa porque se mantengan los 133 residentes con orden de desalojo, sino que además solicitan el mantenimiento de la cuarta para residentes.
No menos problemas tuvieron los vecinos del entorno de Plaza de Armas para llevar a cabo sus protestas. Durante algo más de un cuarto de hora cortaron el tráfico en Torneo, a la altura de la Plaza de la Legión. Por unos minutos se llegaron a formar colas de coches en el Puente del Cristo de la Expiración, en dirección entrada a Sevilla. "Protestamos por la subida de las tarifas del parking. Ahora por mi plaza pago 115 euros, casi un 24% más", explicaba Verónica Pérez, afectada de 29 años.
Igual que el Arenal, optaron por protestar cruzando el semáforo. "Al parecer tenemos permiso de concentración del semáforo para dentro [señalando a la acera] y no para cortar el tráfico", explicaba Dolores Dávila, portavoz vecinal, que estuvo enganchada al teléfono esperando un permiso que no llegó.
