La Policía busca a los autores de tres incendios que se sucedieron en el casco antiguo de Cádiz en el intervalo de una hora. El más grave provocó en la madrugada de ayer el desalojo de 30 personas, de las que una decena tuvo que ser atendida por inhalación de humo.
Dos fuegos menores se localizaron en otras calles del centro que consiguieron apagarse con facilidad. Los tres incidentes están relacionados entre ellos, según los responsables de la investigación, quienes en principio barajan que se trata de actos vandálicos. Los agentes realizaron una inspección ocular en los inmuebles e investigan también unas pintadas que aparecieron junto a una de estas viviendas.
El fuego ocasionado en el número 49 de la calle La Torre pudo tener consecuencias muchos más trágicas de no haber sido por la rápida actuación de los bomberos y porque no cundió el pánico. La mayoría de ellos se quedó en sus balcones, donde tuvieron que permanecer durante más de una hora, a la espera de que se extinguiera el incendio.
"En ese momento había que estar presente para saberlo porque no puedes salir. Si sales te quedas en la escalera. El humo era tan denso y tan negro que el conducto de la respiración se te cierra", señaló José Luis, uno de los inquilinos.
Hubo vecinos que, aunque lo intentaron, no pudieron abandonar su piso ante el abundante humo que se extendió rápidamente por el inmueble. "Yo sentí golpes muy fuertes e intenté abrir y no pude y me vine para el balcón y allí me esperé un poco", explicó María, otra de las residentes.
El foco del incendio se localizó en el portal de la vivienda, donde se encontraron restos de material de construcción. Las llamas se extendieron rápidamente por todo el inmueble y cuatro personas intentaron escapar acudiendo a la azotea.
"En el trayecto desde que salen de su casa, ellos cogen la misma dirección natural del humo y lo que están inhalando es la parte más densa de humo y de gases de combustión", indicó Juan Carlos Rojas, responsable del cuerpo de bomberos en Cádiz.
