PSOE e IU sacarán hoy adelante el Presupuesto andaluz más restrictivo de la historia, unas cuentas en las que prácticamente todas las partidas bajan para poder cumplir con la exigencia del Gobierno central de situar el déficit en el 0,7% del PIB el próximo año. Los socios en el Gobierno andaluz defendieron ayer el Presupuesto porque es "distinto y distante" a las políticas de recortes y privatizaciones que impulsa el PP. A las afueras del pleno varios colectivos protestaban contra la Junta. Socialistas e IU culparon al Ejecutivo central de los ajustes que, a su juicio, la Junta se ha visto obligada a acometer por la "ilógica" soga del déficit y acusaron al Gobierno de "maltratar" a Andalucía. Ambos partidos rechazaron las enmiendas del PP que se debatieron en la primera sesión y el resto también serán tumbadas. Los populares aventuraron que lo que se aprobará hoy será "papel mojado, una patraña".
Las cuentas de 2013 ascienden a 30.706,7 millones, un 4,1% menos que el año anterior. El empleo, el mantenimiento de los servicios sociales, la educación y la lucha contra la pobreza son sus prioridades. Para atender estas políticas, la Junta vuelve a sacrificar la inversión pública, que cae otro 20% y que se queda en niveles raquíticos: 3.814,1 millones de euros. Desde que comenzó la crisis, la obra pública se ha desplomado más de un 60%. La deuda se come buena parte del Presupuesto. El año que viene Andalucía pagará 2.532 millones en amortizaciones de su deuda, una partida que crece el 75% y que representa ya el 8,2% de las cuentas.
El Gobierno de coalición de izquierdas insistió ayer en que el quinto Presupuesto de la crisis es el de la "resistencia" a las políticas del Partido Popular. Las cuentas vienen directamente marcadas por la austeridad impuesta por el Ejecutivo de Mariano Rajoy. Las comunidades, que este año han tenido que hacer ajustes para situar su déficit en el 1,5% del PIB, no podrán rebasar el año próximo el 0,7%, mientras que el Estado podrá llegar al 3,8%, un reparto que la Junta ve "injusto".
Andalucía vuelve a estar ahora en el punto de mira del Ministerio de Hacienda, que ha amagado con intervenir la comunidad -la sitúa junto a Cataluña y otras del PP como las más incumplidoras- si no acata el déficit este año. De momento, la última cifra que maneja el departamento de Cristóbal Montoro es que el déficit andaluz ronda el 1,65%. La Consejería de Hacienda aún no tiene el dato definitivo -el más fiable estará en febrero-, pero asegura que estará por debajo de la media de las comunidades. Al ultimátum por el cumplimiento de déficit se suma la nueva petición de rescate que hará el Gobierno andaluz al central después de que éste le haya concedido solo la mitad del dinero reclamado por Andalucía del Fondo de Liquidez Autonómico (FLA). Todo esto, aderezado por conflictos como la subasta de fármacos, el copago sanitario o la reforma educativa, dejan al descubierto la confrontación más dura entre ambas administraciones.
Todos los diputados de PSOE e IU que se subieron a la tribuna acusaron al Gobierno de Rajoy de "agredir" a la comunidad. "El Gobierno quiere llevar a Andalucía a un estado de sitio", advirtió Ignacio García (IU). Los diputados de IU mostraron carteles en los que se podía leer "Alfon libertad", en alusión al único detenido el pasado 14 de noviembre -día de la huelga general- que aún sigue en prisión. Desde el PSOE-A, José Caballos avisó de que si el Ejecutivo "maltrata a Andalucía, la Junta hará una confrontación civilizada". El PP, único partido de la oposición, cargó duramente contra el "bipartito", que está "instalado en la prepotencia y en la patada en la espinilla". Rafael Salas (PP) dijo que el Presupuesto de 2013 ha sido "cuadrado a martillazos y ya se le están estallando las costuras". "¿Dónde está el paraíso prometido? Nosotros solo vemos tijeras de podar, eso sí, culpando a los demás de los recortes", afirmó.
El líder del PP andaluz, Juan Ignacio Zoido, llegó al final del debate de Presupuestos, que se desarrolló en un hemiciclo semivacío y que contó con la presencia intermitente de miembros del Gobierno, incluido el presidente Griñán. A las afueras, diversos colectivos afectados por los recortes, como los promotores y asesores de empleo, protestaban. El pleno acabará hoy con la aprobación de las cuentas de 2013 y con el tradicional villancico que interpretan sus señorías y los funcionarios de la Cámara, una costumbre que casi suspende la crisis.
