Local

PSOE. Las agrupaciones de la capital cierran filas resignadas

Tussam no llegará a tiempo para el plan de estabilidad y se apuesta por no subir los tributos en tres años.

el 20 mar 2010 / 20:29 h.

TAGS:

Nuevo escenario. El sector crítico ha tenido una semana para encajar el golpe. Griñán les ha ignorado prácticamente por completo. Ni un gesto, ni un guiño, pese a tener en su poder siete de las once agrupaciones de la capital. El partido ha asumido la hoja de ruta trazada por José Antonio Viera y Susana Díaz, y les ha dejado completamente fuera de la toma de decisiones. Superado el evidente enfado de muchos de los dirigentes, toca ubicarse en el nuevo escenario. Y la directriz es clara: unidad en torno al partido, y a asumir que el PSOE ha decidido poner fin a una etapa. No habrá más batallas. En los últimos días se han iniciado contactos entre destacados dirigentes y algunas de las agrupaciones para tratar de unir las posturas ante las inminentes elecciones y se han lanzado gestos de consenso e integración. Ahora sólo queda esperar los próximos movimientos, y especialmente que llegue el turno de posicionamiento de las agrupaciones cuando a finales de año se debatan listas. Ahí es donde realmente se la juegan y donde centrarán los esfuerzos, aunque, eso sí, no sería la primera vez que una candidatura sale adelante con un contundente rechazo de las agrupaciones. Griñán y Monteseirín moverán ficha de forma inminente. El alcalde ha trasladado a su entorno un cierto parón en la toma de decisiones, en parte motivado por el inicio de un reparto de cargos de hombres de confianza del alcalde sin respaldo orgánico alguno, como Manuel Marchena o Antonio Silva. Queda por ver si es sólo una pose para las personas que le han apoyado estos años o realmente es un pulso para llegar a un acuerdo que beneficie a sus más cercanos.

Negociaciones. Con un sector de ediles vieristas muy crecido y optimista; unos críticos que tratan de recomponerse; e IU algo incómoda en el nuevo escenario, el Ayuntamiento ultima varios pasos determinantes para el año preelectoral. El primero es el presupuesto y el plan de saneamiento que pongan fin a una situación de incertidumbre que crece día a día. Hace unas semanas un miembro del Gobierno aventuró a representantes sindicales que en unos meses podía haber problemas de liquidez para pagar las nóminas. Se van a aplicar importantes recortes, pero no va a haber un reajuste de los ingresos. Se confía en recuperar las aportaciones del Estado y en la capacidad recaudatoria municipal. No habrá subida tributaria en el plan de saneamiento ni siquiera para compensar que a partir de 2011 la congelación del IBI sí será real. Pese a todo, han quedado completamente olvidados debates como el recorte del 10% en los sueldos de los altos cargos. Y no sólo eso, del último Pleno se llegó a retirar una propuesta que implicaba un aumento salarial de todo el servicio de Intervención y Secretaria General.

Tussam y Merca. Finalmente los planes se han trastocado, y tanto el presupuesto como el plan de saneamiento municipal se harán sin que Tussam haya ajustado sus cuentas. La previsión que se maneja son unas transferencias similares a las de 2009, lo mismo que se lleva apuntando desde hace meses. La negociación ha encallado en buena medida por la falta de concesiones de los sindicatos. La dirección ha adoptado una postura contundente: si no ceden, no subirán las tarifas ni se hará un contrato con el Ayuntamiento para fijar las transferencias de los próximos años ni se llegará a un acuerdo con la Junta. Y cada mes hay menos dinero para pagar a la plantilla. En el otro extremo se sitúa Mercasevilla, que ha tenido que reajustarse al margen del Consistorio y de la Junta. La aportación municipal será mínima y no se provisionarán fondos para nuevas transferencias en años posteriores.

Metro. El segundo elemento será resolver los debates pendientes. Como el cierre del Centro, cuyo modelo cuestionó IU esta semana en una de las sesiones del distrito Centro que el PSOE ha decidido abandonar pese a no estar sobrado de apoyos en este debate -sus delegados o no van o se abstienen- y el Metro, cuyo diseño ve con buenos ojos el Ayuntamiento tras su reunión con Obras Públicas.

Zoido. La estrategia del PP de forzar el debate del Metro, al igual que la difusión de su plan económico han funcionado. El PP quiere quitarse la imagen de una oposición sin propuestas. Y lo logra sólo a medias. En el Metro incluso Zoido admite que quiere contentar a todos y no priorizar nada y en los planes económicos no hubo iniciativas que implicasen un cambio de modelo. Apenas pequeñas pinceladas. Pero siguen cuestiones en el aire. ¿Cuáles son las prioridades? ¿Dónde debe ir el escaso dinero que además se quiere recortar?

fjalonso@correoandalucia.es

  • 1