M. Ureta / I. Morillo
PSOE y PP andan de nuevo engrasando su maquinaria interna con sus congresos en ciernes y un objetivo común: ponerse a punto para ganar las elecciones de 2012. Los populares venden un giro al centro y los socialistas una apuesta por la renovación pero ninguno explica cómo plasmarán esos cambios.
El PP andaluz convocó ayer su XII congreso regional, que se celebrará los días 19, 20 y 21 de septiembre en Córdoba y en el que Javier Arenas será reelegido presidente. El cónclave contará con la participación de independientes.
Arenas dejó claro cuál será el objetivo de la cita: "Tenemos que profundizar en el centro puro y duro para ganar las próximas elecciones andaluzas". Conquistar el centro político es, a su juicio, la llave para llegar a la presidencia de la Junta en 2012. "La clave está en la frontera entre el PSOE y PP. Debemos ganar a los ciudadanos que se ven moderados y dudan a quién votar", aseguró.
El líder popular insistió en "comunicar bien con estrategias ganadoras" y aprovechar la experiencia municipal para que los andaluces, dijo, "no nos vean como un partido de oposición, sino de gobierno". En el congreso se debatirán cinco ponencias, que estarán coordinadas, en su mayoría, por cargos municipales. Versarán sobre el reglamento interno, el andalucismo constitucional, la ambición del pleno empleo, otra estará dedicada a las personas y la última a los pueblos y ciudades.
Los socialistas también andan enredados en los preparativos de su congreso regional, que se celebrará los días 11, 12 y 13 de julio. Antes, como el PP, deberán afrontar su cita federal aunque este patio está mucho más tranquilo.
El secretario de Organización del PSOE andaluz, Luis Pizarro, pidió a los suyos que los 30 años que cumplirán en el poder en Andalucía no conduzca a un "conformismo" que les lleve a "morir de éxito". Los socialistas iniciarán una revisión interna que concluirá en una próxima conferencia política, en 9 o 12 meses. Pizarro no quiso concretar si la "renovación" se traducirá en cambios de nombres en la dirección.
También quiso restar importancia a la situación del partido en Málaga y no consideró "preocupante" el expediente abierto para investigar afiliaciones irregulares.
