PSOE y PP fracasaron ayer en el Parlamento al tratar de cerrar un acuerdo que exija a los ayuntamientos andaluces que apliquen recortes salariales y un plan de austeridad en plena crisis. La Cámara solicitó que se regulen los sueldos en las empresas públicas de la Junta.
El debate sobre la austeridad y la necesidad de poner topes a los sueldos públicos acabó ayer en un pimpampum entre PSOE y PP. Los dos partidos fueron incapaces de cerrar un acuerdo aunque ambos defienden la necesidad de apretarse el cinturón en crisis y dicen estar dispuestos a dar órdenes a sus alcaldes para que hagan lo mismo en los ayuntamientos y las empresas municipales. Hoy la dirección socialista aprobará una resolución para que el debate se traslade a la Federación Andaluza de Municipios y Provincias (FAMP). Lo mismo que propuso días atrás el presidente del PP-A, Javier Arenas.
La Cámara aprobó una iniciativa socialista, con el apoyo de IU y la abstención del PP, que reclama la congelación salarial de los altos cargos del Gobierno y que pide a la Junta que regule los sueldos en las empresas públicas para que nadie gane más que el presidente andaluz: 81.155 euros. La Consejería de Economía ya maneja un informe que señala que hay 95 directivos de empresas públicas que superan la remuneración del presidente. La intención del Ejecutivo de José Antonio Griñán es tomar medidas en el próximo Presupuesto para que su sueldo sea el tope dentro de la administración. Supondría un ahorro de un millón de euros, según cálculos del Ejecutivo. Es la primera vez que el Gobierno se va a atrever a meter la tijera en los salarios de estos directivos y no será fácil. Es al consejo de administración de cada entidad al que le toca aprobar la bajada de los sueldos. También en otros órganos como el Parlamento, la presidenta y los miembros de la Mesa superan los honorarios de Griñán. Pero ahí, avisa el Gobierno, no tiene margen para actuar.
El secretario de Organización del PSOE-A, Rafael Velasco, y la portavoz del PP-A, Esperanza Oña, trataron ayer sin éxito de sellar un acuerdo sobre austeridad. No lo lograron fuera del hemiciclo y en la Cámara se enredaron en una escalada de acusaciones sobre quién cobra más, si los cargos populares o los socialistas, si Griñán o Arenas. Oña sacó a relucir lo que cobra el alcalde socialista de Mijas: 110.000 euros. Velasco, la nómina de la presidenta de Madrid: 105.000 euros.
En paralelo, el Ayuntamiento de Málaga debatía una moción similar rechazada por el PP, que se negó a regular los sueldos municipales con el del alcalde, Francisco de la Torre (79.000 euros anuales), como tope. El alcalde popular ha estado los últimos días en el punto de mira porque dudó públicamente de que fuera posible llevar a cabo la propuesta de su líder de extender los recortes salariales a las empresas municipales. Los directivos mejor pagados de Promálaga, la empresa que gestiona la radio y televisión local y el Palacio de Ferias, cobran 210.000 y 175.000 euros -según datos de la Cámara de Cuentas-, cuando el ente acumula pérdidas de hasta 9,5 millones. El PP impuso orden y el mismo Arenas dejó claro que si se alcanzaba un acuerdo político de contención de gastos sería de obligado cumplimiento para todos sus regidores. El PSOE aprovechó ayer el voto en contra de los ediles populares para arremeter contra Arenas: "Dónde está ese obligado cumplimiento que decían. Donde ustedes gobiernan la política de austeridad brilla por su ausencia". El portavoz de IU, Pedro Vaquero, que denunció "el cinismo" del PP y su "campaña de intoxicación de la opinión pública" con este tema, avisó de que habría que recortar "muchos profesores y sanitarios" para llegar al ahorro de 2.500 millones que propone el PP.
