Los trabajadores de la planta de molturación de semilla de girasol y la de aceite embotellado Cargill en Sevilla, que ha anunciado su cierre, salieron ayer "satisfechos" de las reuniones mantenidas con el alcalde de la capital hispalense, Juan Ignacio Zoido, y con el portavoz socialista en el Ayuntamiento sevillano, Juan Espadas. Ambos prometieron mediar con la empresa para buscar otras medidas alternativas al ERE extintivo planteado por la dirección. "Por lo menos hemos conseguido el apoyo político", resaltaron las fuentes sindicales consultas por Europa Press.
El portavoz socialista, Juan Espadas, aclaró que, según la versión de los trabajadores, la decisión de la empresa es "una medida no justificada y que no tiene en cuenta la repercusión que ésta tiene desde el punto de vista laboral". "El PSOE analizará su apoyo a todas las movilizaciones de los trabajadores", puntualizó.
"Vamos a intentar trasladar a la dirección de la empresa, de la mano del comité, medidas que cambien esta decisión, otras fórmulas como un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) o la venta de las instalaciones a otra empresa, lo que sea antes que el cierre de la misma", afirmó Espadas.
El cierre de estas instalaciones afectará a 101 trabajadores -97 en Sevilla-, que comenzarán el próximo jueves 31 de enero a negociar con la compañía las condiciones de sus despido. La planta de Sevilla, en San Jerónimo, lleva abierta desde 1984. Según el presidente del comité de empresa, Fernando Bermejo, "Cargill ha tenido beneficios de 20 millones de euros en 2012, y a nivel mundial la corporación cerró el último ejercicio con ganancias por 409 millones de dólares", cifras que compara con las de 2011 "con sólo 100 millones de dólares de beneficios" para destacar el "evidente crecimiento" de la empresa, información que choca con las pretensiones de la compañía. Esta, que ayer tarde no quiso realizar ninguna aclaración al respecto, argumenta únicamente que "existe una sobrecapacidad de molturación en España por lo que el cese de la actividad es la única opción viable".
Para hoy está prevista una concentración en la Plaza Nueva a las 19.00 horas. El sábado, los trabajadores han convocado otra concentración a las 12.00 horas del mediodía y, finalmente, el próximo 9 de febrero realizarán una manifestación desde la Diputación hasta la Plaza de España.
