Para calar en la calle, ambas formaciones han diseñado campañas con las que enfatizar sus posiciones, con las que hacer balance del año de legislatura de José Antonio Griñán. Así, el secretario general del PP-A, Antonio Sanz, informó ayer de una cadena con 470 actos públicos, concentrados en dos semanas, en los que se repartirán 50.000 folletos y se publicitarán 150 cuñas de radio con los que denunciar el pago en solares de la deuda histórica, "el mayor despropósito" de la era Griñán, una muestra "de agravio" a Andalucía, parte del 85% de programa electoral incumplido que arrastra el PSOE, a juicio de Sanz, cuando la legislatura ya roza su ecuador.
En el bando contrario, el vicesecretario general del PSOE-A, Rafael Velasco, anunció su contracampaña, un claro esfuerzo de pedagogía después de que el propio Griñán reconociese profundas lagunas tanto del partido como del Gobierno andaluz a la hora de comunicar sus logros. 3.000 actos con colectivos empresariales, sindicales, vecinales o ecologistas a los que transmitir lo hecho en los dos últimos años. "Nunca hemos tenido un calendario legislativo mayor ni más medidas contra la crisis", insistía Velasco. Tres ejes vertebrarán sus encuentros: el "cumplimiento" del cobro de la deuda histórica -el argumento al que el PP da la vuelta-, las ayudas para paliar los daños del temporal y la implantación de la nueva economía de la igualdad. Frente a la "Andalucía paralizada" que denuncia Sanz, Velasco pintó una región con 20 iniciativas legislativas tramitadas. "Eso es hacer cosas", remachó. "Y dar la cara", añadió, una frase hecha que usó para atacar al presidente del PP-A, Javier Arenas, quien, a su juicio, elude responder de su presunta implicación en el caso Gürtel, como responsable de política autonómica popular que es.
Pacto anticrisis. La reunión del jueves por las medidas anticrisis tampoco pacifica el ambiente. Sanz acusó al PSOE de no aclarar quién será su interlocutor -el consejero de Economía o la de Hacienda- y "desperdiciar" el primer mes de los dos que se dieron para tener un documento de bases. Velasco dijo que el problema del PP es que no aportan ideas "trabajadas", y que por eso no se puede "transigir" con todo lo que plantean.