El tono del final de la legislatura está sirviendo de buen resumen de lo que han sido estos cuatro años de alta intensidad política. PSOE y PP hicieron el sábado balance, y ambos coincidieron en reprochar al contrario su intransigencia y radicalismo.
El portavoz del PSOE en el Congreso, Diego López Garrido, destacó como balance de estos cuatros años en el Parlamento que "ha sido la legislatura de los consensos", a pesar de la "estrategia destructiva" del PP, que sólo ha querido "erosionar al Gobierno", incluso en los temas de Estado.
López Garrido incidió en estas acusaciones a los populares al asegurar que se ha comportado de "modo obstruccionista" durante toda la legislatura, como lo prueba, a su juicio, que "la responsabilidad esencial" de que no se hayan renovado instituciones como el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) o el Tribunal Constitucional (TC) sea del PP.
Para el dirigente socialista, la actitud de este partido "no se puede llamar oposición", ya que no ha ofrecido una sola alternativa de Gobierno y no se mostrado dispuesto a lograr acuerdos, y por todo ello, sentenció, "ha desperdiciado la legislatura". El líder del PP, Mariano Rajoy, "ha hecho la peor oposición de la historia", puntualizó el portavoz del grupo socialista en el Congreso.
López Garrido afirmó que, a diferencia de lo que esgrime el presidente de los populares, no se han roto los consensos en esta última legislatura, sino "todo lo contrario", ya que el grupo parlamentario socialista, a pesar de no contar con mayoría absoluta, ha trabajado por dar a las leyes que provenían del Gobierno el máximo respaldo parlamentario, algo que a su juicio ha logrado.
"Ha sido la legislatura del diálogo con los grupos", remarcó antes de subrayar que el PSOE no se ha cerrado a ninguno, pues si al principio de la legislatura buscaba el apoyo de IU-ICV y ERC, al final ha tenido más conexión con CiU y con PNV, de modo que se ha reforzado la estabilidad parlamentaria.
Sin embargo, la "cultura del acuerdo" de la que ha hecho gala el PSOE se ha visto obstruida por el PP, que, en palabras de López Garrido, no ha dado su visto bueno a ninguna de las leyes sociales que ha promovido el Gobierno y que ha procurado bloquear las instituciones en pro de su estrategia de "erosión" al Ejecutivo.
Obsesiones. Desde el PP la réplica la puso la secretaria ejecutiva de Política Autonómica del PP, Soraya Sáez de Santamaría, quien en una entrevista a Europa Press señalaba que la obsesión del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, durante toda esta Legislatura ha sido "arrinconar" al PP. De cara al futuro, adelantó que si su partido gana las elecciones el presidente de los populares, Mariano Rajoy, trabajará para construir un nuevo consenso en los grandes temas de Estado.
Al hacer balance, la dirigente popular afirmó que "basta simplemente hacer un repaso a cuál ha sido la posición de Zapatero en este tiempo, para darse cuenta de a quién obedece la ruptura de los consensos". Sáez de Santamaría apuntó que Zapatero pasará a la historia por ser el "primer presidente de España que rompe los consensos de la Transición" y puso como ejemplo que a él se debe que se haya aprobado el primer estatuto de autonomía sin consenso, en referencia al Estatuto catalán.
Cree que Zapatero tenía en su mano conseguir los consensos en política territorial, antiterrorista y exterior. Sin embargo, afirmó, "Zapatero ha estado muy obsesionado a lo largo de toda la legislatura para tratar de arrinconar al PP".
