El presidente de Cajasol, Antonio Pulido, acudió ayer a los juzgados para declarar en calidad de testigo ante el juez que investiga a su antecesor, José María Bueno Lidón, por presuntas irregularidades en la venta de unas acciones. Pulido dijo que dio su apoyo a esa operación por la "confianza que le tenía" a su predecesor en el cargo.
Fuentes del caso señalaron ayer que la declaración de Antonio Pulido, presidente de Cajasol, se prolongó por espacio de una hora ante el juez de instrucción 14, el encargado de investigar la querella de la Fiscalía Anticorrupción contra el ex presidente de El Monte, José María Bueno Lidón, y el ex director general del grupo empresarial El Monte, José Selfa, por presuntos delitos societarios, estafa y disposición fraudulenta de los bienes de la sociedad.
En su declaración, Pulido, que acudió al juzgado como testigo, aseguró que él mismo, que era secretario general del consejo de administración de El Monte cuando José María Bueno Lidón ostentaba la presidencia, votó a favor de la venta de las acciones que el grupo empresarial tenía en la sociedad HC a la familia Sanahuja "por la confianza que le inspiraba" su antecesor al frente de la caja de ahorros.
Añadió que cuando el Banco de España detectó ocho operaciones dudosas -entre ellas la citada anteriormente- ordenó denunciar el caso ante la Fiscalía, al tomar posesión el nuevo equipo directivo. ¿La razón? Pues entendieron que la entidad debería haber percibido 17,9 millones de euros más por la venta de su participación en el grupo de empresas HC al Grupo Sanahuja, operación firmada en octubre de 2005.
Abogados personados en la causa indicaron que Pulido dijo al juez que no leyó los antecedentes de la operación, pese a tenerlos a su disposición, y que votó en el sentido que le indicó el entonces presidente por la confianza que tenía depositada en él.
Además de Pulido, ayer declararon como testigos otros miembros del consejo de administración y en días pasados lo hicieron los técnicos que estudiaron la operación.
Estos testigos, según las fuentes, aseguraron que nadie en el consejo de administración se sintió presionado para votar a favor de la operación, impresión en la que han coincidido todos excepto María Luisa Lombardero, que por entonces era directora general de El Monte.
