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Puntapié al machismo

La zapatera más conocida del municipio pone tapas, cose, tiñe calzados y vende bolsos tras haber conseguido levantar un negocio en extinción. Se llama Gloria Coloma. La llaman la zapatera prodigiosa. Foto: El Correo.

el 15 sep 2009 / 11:15 h.

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La zapatera más conocida de La Rinconada pone tapas, cose, tiñe calzados y vende bolsos tras haber conseguido levantar un negocio en extinción. Se llama Gloria Coloma. La llaman la zapatera prodigiosa.

Desde hace siete años esta vecina de La Rinconada se dedica a una profesión muy poco común entre las mujeres: es zapatera. Ella misma ve "extraño" que una mujer desempeñe este oficio que, además de haber sido siglos un coto masculino, se está perdiendo, pero asegura: "En este mundo no hay nada imposible y yo lo estoy demostrando".

Regenta un taller en la calle Alonso Cano llamado Rápido San José, que abrieron sus suegros hace casi 30 años. Esta profesional explica que ellos fueron los que le propusieron que continuase con el negocio y no lo dudó. "Me costó mucho aprender la profesión al principio porque son muchos detalles y hay que tener fuerza para algunas cosas, como para utilizar la máquina y pegar martillazos", comenta. De todas maneras, pese a las dificultades iniciales, ha superado la prueba y con nota. Y es que, como ella bien dice, "más vale maña que fuerza" para todo.

Desde que está al frente de la zapatería ha relanzado el negocio. "Soy una persona con muchas inquietudes y que nunca para y comencé también a arreglar bolsos y chaquetas, a poner cremalleras y a teñir zapatos". Desde hace poco arregla toldos también.

Según explica, sus suegros sólo se dedicaban al arreglo del calzado, pero ella quiso darle un toque "femenino" a la tienda y ahora vende también complementos, bolsos, relojes, cordones y carteras, entre otros.

Pero no todo el mundo la aceptó desde el primer momento por igual. Esta mujer recuerda que al principio había quien se mostraba receloso a dejarle algún encargo. "He conocido a personas que cuando veían que era yo quien arreglaba el calzado se iban directamente de la tienda", indica. De eso hace ya siete años (¡tal machismo en 2001!) y en estos momentos la zapatera de La Rinconada tiene muchos más seguidores que detractores.

En la barriada La Paz ya casi todos confían en su buena mano con la aguja. Si se echa un vistazo por detrás del mostrador, pueden verse los centenares de calzados (unos terminados y otros a punto de ser arreglados) que acumula muy bien ordenados.

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