Cultura

Puntazo a El Cordobés y tres orejas a El Fandi

El Fandi cortó tres orejas y salió a hombros en la penúltima de la Feria de Begoña de Gijón donde, además de habitual entrega, variedad y espectaculares tercios de banderillas, intercaló pasajes de buen toreo al natural al quinto de La Palmosilla que, junto al cuarto, fueron las cimas de una manejable y noble corrida en conjunto de La Palmosilla.

el 16 sep 2009 / 07:15 h.

El Fandi cortó tres orejas y salió a hombros en la penúltima de la Feria de Begoña de Gijón donde, además de habitual entrega, variedad y espectaculares tercios de banderillas, intercaló pasajes de buen toreo al natural al quinto de La Palmosilla que, junto al cuarto, fueron las cimas de una manejable y noble corrida en conjunto de La Palmosilla.

El Cordobés sufrió un puntazo en el muslo derecho en un remate de capote en el primero de su lote cuando, al tropezarse el torero, resultó cogido en el suelo por el de La Palmosilla. Continuó con un torniquete el de Arganda del Rey y planteó una faena de voluntad y ganas antes de pasaportar al toro y pasar a la enfermería para ser atendido de la herida que provocó un pequeño desgarro muscular.

Con el cuarto, que fue un muy buen toro, con mucha clase y entrega en su embestida, Manuel Díaz apenas dejó alguna tanda muy limpia por el lado derecho pero sin compactar el trasteo. Terminó con saltos de la rana y repertorio populista. Tenía cortada la oreja pero falló con la espada.

Con el primero, al que banderilleó con espectacularidad y facultades, prendió con la muleta y cortó una oreja con petición de la segunda, no concedida. Con el buen quinto, volvió a formar un lío en banderillas, brindando a su peñ asturiana, y rayó a buena altura instrumentando alguna tanda muy buena al natural. Con la derecha hubo series muy limpias aunque de no demasiado poso.

Cayetano ofreció dos caras. Ante el primero anduvo con muchas precauciones el torero pero salió arreado en el sexto, donde destacó un quite donde citó lanzando la montera y comenzando con una larga cordebesa para después ligar gaoneras ceñidas con sólo medio capote.

Logró momentos de mucha intensidad con la mano derecha, toreando con largura y encaje. Hubo alguna duda que deslució el conjunto cuando el toro, manejable, se frenaba que deslució el conjunto en redondo. Al natural, el toro no tuvo la misma continuidad, y salieron los muletazos de uno en uno. Pinchazo y estocada.

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