Desde que apareciera en las recreativas en el año 1999, la saga Virtua Tennis ha cambiado radicalmente la jugabilidad con respecto a otros juegos que no daban la talla en esta faceta. La innovación de poder controlar a un deportista de elite con la palma de la mano encumbró a Virtua Tennis al Olimpo de esta modalidad y, visto el éxito, Sega decidió ampliar la oferta y ofrecer una versión paralela para su consola DreamCast.
Dos años más tarde, Sega se llevó la exclusiva de VT2 a su consola y ofertó nuevamente un estilo arcade singular del juego incorporando un circuito mundial para poder jugar con ambos sexos dentro del circuito. En el 2002, la muerte súbita de Dreamcast arrastró al título a engalanar el catálogo de la flamante consola de Sony, la PS2. Ya en 2006, y con las consolas de última generación en pista, PS3, Xbox y PSP, la saga se asentó y empezó ganar puntos de partido con los gráficos renovados, versatilidad y un estilo de juego muy definido para acabar dándole un nuevo aire con la incorporación de los 'Court Games' al juego.
Ahora, Virtua Tennis 4 retoma toda la esencia madura de estos títulos y oferta a los amantes de este género un gran realismo en la simulación, alternándolo con la destreza personal que exige la jugabilidad arcade de toda la vida.
Como modo principal se presenta un campeonato mundial donde se parte de cero y con el perfil del anonimato por bandera, se intentará llegar a la cima del top con el esfuerzo que exige la competición en un mapa lleno de circuitos y pistas donde la intensidad se palpa en la muñeca. Un ritmo agitado en partidos y entrenamientos sirve para ir evolucionando en los golpeos y la manejabilidad del tenista.
El calendario que recorre el mundo con diferentes retos en su largo viaje por la temporada, lleva a un periplo de opciones donde se encuentran los preciados minijuegos que tanta salsa le dan a esta modalidad. Multitud de entrenamientos y una tienda para renovar tanto la ropa como la raqueta para ir forjando el perfil creado en un viaje que aglutinan dos temporadas completas.
Sega no ha querido salirse del raíl clásico de la jugabilidad que ofrece el arcade, sabiendo que es la savia de este juego deportivo. Un modelo clásico que exprime al jugador a unos niveles muy precisos y en donde se podrá controlar tanto a la veintena de jugadores reales del circuito como al tenista creado por el propio jugador.
Una buena técnica del golpeo se hace necesaria gracias al modo entrenamiento, algo que es básico para los novatos en esta materia. El modo exhibición permite competir contra la consola y con los amigos en partidos de dobles con hasta cuatro jugadores. Dentro del juego en grupo, los ocho minijuegos dan un aire más desenfadado e informal. El tiro al plato, el golpe maestro para practicar los saques y el Póker Real , donde se ejercita la precisión con el juego en el que hay que conseguir los huevos de una gallina esparcidos por la pista. Luchar contra un ejército de ventiladores y rachear las bolas para ganar al adversario son otros minijuegos. La pista explosiva, el monedero y el muro completan esta oferta divertida y desenfadada para salir de la exigencia que imprime la competición.
Pero la gran novedad es, sin duda, la jugabilidad, con Move, Kinect y Wii Motion Plus, donde se puede vivir la experiencia de jugar en primera persona de tú a tú con los mejores del ranking de la ATP. Toda una imposición que Sega ha aprobado con nota y que lleva a una originalidad cada vez más asentada en las consolas de última generación.