Carles Puyol ha acudido hoy a Tremp a dar el último adiós a Miki Roqué, con el que le unía una estrecha amistad de hace años, pues las madres de ambos, naturales de la Pobla de Segur, localidad muy cercana a Tremp, son amigas de la infancia. El capitán del FC Barcelona, abrumado por ciertas informaciones aparecidas a raíz del fallecimiento del jugador bético, quiso aclarar minutos después del sepelio en su cuenta de twitter que su apoyo a Miki había sido “anímico”, pues algunos le adjudicaban haber corrido él con los costes del tratamiento en la Clínica Dexeus y las distintas operaciones, que han sido sufragados todos por el Betis desde el primer día.
“Miki ya descansa en paz, ha sido un ejemplo de entereza y valentía. La despedida muy emotiva. Uno nunca se va mientras es recordado... También quiero aclarar que mi apoyo ha sido anímico, por ello agradezco al Betis su inmensa ayuda en todo sentido”. En esos dos mensajes, Puyol quiso recordar la figura de su amigo y agradeccer el comportamiento del club verdiblanco, que desde el primer día se volcó con Miki y se ha hecho cargo de todos los gastos de su costoso tratamiento.
Cuando se conoció la enfermedad de Miki había dos opciones, que el jugador se tratara por la Seguridad Social o en una clínica privada y fue el entonces presidente Rafael Gordillo quien decidió que el Betis apoyaría a Miki en todo lo que necesitara. “Si hay que organizar un partido amistoso con el Real Madrid, se organiza”, pues con lo recaudado por las pulseras de apoyo –29.000 euros– no daba ni para las primeras semanas de tratamiento.
La Clínica Dexeus ha realizado considerables rebajas al Betis, en consumibles de la quimio, hospitalización o cirujanos que han operado gratis, y Carles Puyol ha estado siempre al lado de Miki, al que ofreció su casa en Barcelona, los servicios médicos del Barça y las instalaciones del club para que rehabilitara, pero los costes del tratamiento los ha asumido el Betis y de justicia es que así se sepa.
