c.r. n sevilla
"¡Tenemos que cambiar el mundo! ¡Tenemos que cambiar el mundo!", vienen exclamando los jóvenes, con su proverbial filosofía de salón, desde que el primer lagarto salió del agua. Pues que se preparen, porque el Gobierno, a través de una de sus fundaciones, acaba de lanzarles un reto en forma de pregunta: ¿Cómo lo cambiamos? Se trata de un concurso original en el que los estudiantes de ESO y Bachillerato están llamados a aportar sus mejores ocurrencias "como respuesta a los desafíos a los cuales nos enfrentamos en el mundo globalizado", según reza el texto de la convocatoria. Su promotora, la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (Ministerio de Ciencia e Innovación) ha bautizado esta competición como La idea más innovadora del Universo. ¿Lo será? ¿Verdaderamente hay en los jóvenes una actitud de compromiso con el futuro o toda su rebeldía discursiva es sólo el fruto de lo que se podría llamar el Síndrome de Calimero? Pronto se verá.
Si esta reflexión-trampa ha logrado espolear a los chavales para que quieran apuntarse al concurso, lo primero que tienen que hacer es formar un grupo (da igual el número de miembros mientras no pase de 35) y elegir a un profesor para que los coordine. Hay que hacerlo rapidito, porque el plazo para presentar los trabajos termina el 6 de mayo (¿Miércoles de Resaca, se llama? Y si no se llama así, ¿podría presentarse como idea al concurso? ¡Amplios son los horizontes de la ciencia!).
Dicen los organizadores que "el objetivo es promover la curiosidad y concienciar a los estudiantes sobre la importancia de la creatividad y la innovación, al tiempo que suscitar debates sobre aspectos innovadores de la actividad científico-tecnológica". Vamos: pensar entre todos. De hecho, los de la fundación no pretenden hacer ninguna especie de concurso de lumbreras ni de cerebrines, sino potenciar el trabajo en equipo.
Una vez constituido el grupo, lo siguiente que tienen que hacer es leerse las bases, como es natural. En ellas encontrarán las dos partes de que se compone este reto: primero, "proponer una idea original que, por su carácter innovador, pueda propiciar una mejora sustancial" en la calidad de vida, y explicar cuál sería ésta; segundo, elegir las que a juicio del grupo sean las cinco mejores ideas científicas o tecnológicas de la historia. Pistas: el telescopio, el código de barras, las vacunas, la escritura, las matemáticas, el avión, la investigación con células madre... Con todas ellas se hará un Top-5.
Corran a apuntarse los estudiantes y los colegios sevillanos, porque, aparte del orgullo de participar, el grupo ganador recibirá como premio un viaje a un centro astronómico español con todos los gastos pagados. ¿Les gusta la idea?
